martes, 14 de diciembre de 2010

Por Qué la Gente Brillante tarda más en Decidir

Según David Allen, la gente más inteligente es la que tiene mayor número de elementos por decidir, no sólo en sus listas sino también en sus vidas.

El motivo es la forma en que nuestro cuerpo reacciona ante las imágenes que tenemos en nuestra mente, ya que con frecuencia el sistema nervioso reacciona ante una imagen de forma muy parecida a como lo haría frente a la realidad.

Si tu cuerpo responde intensamente ante las imágenes que le proporcionas...
¿cómo crees que reacciona cuando piensas en situaciones que encierran un riesgo?
Efectivamente, no lo hace con demasiado entusiasmo.

Parece ser que las personas más creativas, sensibles e inteligentes son las que más se asustan y, además, más deprisa, ya que esas características, en principio positivas, se vuelven contra ellas haciendo que generen, rápidamente y con gran intensidad, escenarios mentales de apariencia muy realista a partir de todos los riesgos posibles y las consecuencias que puede tener el fracaso.

Esta reacción inmediata e intensa ante situaciones de riesgo potencial hace que, con frecuencia, estas personas abandonen. Como decía Mark Twain:
“Soy un hombre viejo y he conocido numerosos y enormes problemas, aunque la mayoría de ellos nunca han sucedido“.

Adormecer los temas, silenciarlos, esperar a que se resuelvan solos… Ninguna parece ser una buena solución. Las “cosas” no desaparecen y, por desgracia, cuando se las ignora durante demasiado tiempo suelen ir a peor.

La forma inteligente de atacar esta situación es intentando aligerar el esfuerzo del cerebro imaginando cuál es la próxima acción. En el momento que hayas decidido la próxima acción física que debes llevar a cabo para avanzar con algo que te has comprometido a hacer o a cambiar, notarás de inmediato un alivio en esa presión que sientes.

Decidir cuál es la próxima acción no produce cambios esenciales en tu entorno pero sí logra que tu mente pueda trasladar su atención a otras cosas que sí se pueden hacer y completar.

Lo normal es que no haya término medio con las cosas que tienes que hacer: o te atraerán o te repelerán. Sin embargo, algo tan simple como descomponer esas cosas en secuencias de acciones basta para reducir significativamente, o incluso eliminar, este tipo de sesgo emocional; dejarán de ser cosas que te apetece hacer o que te da pereza hacer para pasar a ser sencillas acciones físicas, emocionalmente neutras por lo general, que debes completar.

Evitar tomar decisiones hasta verte forzado por la presión del último minuto genera una enorme cantidad de estrés y supones un riesgo añadido e innecesario de cara a alcanzar los resultados que deseas.
Por eso, aunque tu reacción inicial sea la de abandonar ante una situación difícil, trabaja hasta adquirir el hábito de decidir la próxima acción y notarás la diferencia.

José Miguel Bolívar

jueves, 2 de diciembre de 2010

LA MISION PERSONAL

Si hace varios siglos, durante la construcción del monasterio de El Escorial le hubiéramos preguntado a dos albañiles que estaban haciendo podríamos, quizá, haber obtenido las siguientes respuestas.

Uno de los albañiles podría habernos contestado:
“estoy poniendo ladrillos para construir un muro. Estoy haciendo mi trabajo”.
El otro podría habernos respondido:
“estoy construyendo uno de los monasterios más grandes y bellos del mundo, que perdurara durante muchos siglos y será considerado como una de las maravillas construidas por el hombre”.

La diferencia entre esos dos albañiles es que el primero simplemente percibía que estaba realizando su trabajo, mientras que el segundo tenía un sentido de misión en lo que hacía.
El segundo albañil percibía que sus acciones eran importantes y contribuían a crear algo grande, de lo que se sentía participe. Su trabajo tenía un propósito e imaginaba el resultado que su esfuerzo contribuía a crear.

Conocer la misión personal es justamente eso. Es saber lo que uno desea realizar como contribución a la sociedad, durante el tiempo que le ha tocado vivir.
Cuando una persona define su misión personal crea un sentido de propósito en su vida. Sus acciones tienen un sentido cara al futuro, persiguen alcanzar ciertas metas que le permitirán contribuir de una forma especial y única: “la suya”.
Las personas con una misión se comprometen consigo mismas a desarrollarla y concentran todos sus esfuerzos y capacidades en ello.
Persiguen incansablemente su misión con cada nervio y cada célula de su cuerpo, generando un poder inmenso. Lo hacen día tras día y disfrutan plenamente haciéndolo.
Si vives tu misión tiendes a comportarte como un famoso director de cine americano que comenta: “cuando me levanto estoy tan entusiasmado con lo que quiero hacer que muchos días se me olvida desayunar”.
Ese sentido de propósito que una misión da a tu vida te atrae hacia el futuro, hace que tu imaginación se comprometa y visione lo que quieres alcanzar.

Tener una misión hace que tus creencias, valores y acciones se unifiquen y tengas un verdadero sentido de quien eres y que has venido a hacer.

Por desgracia, muchas personas carecen de un sentido de misión y en su lugar desempeñan un trabajo o realizan una carrera. En otras palabras, “van” a trabajar o “asisten” a clase para llegar a ser alguien, sin saber realmente porque hacen lo que hacen.
Es importante qué encuentres tu misión personal. Una misión que te atraiga con fuerza, qué te haga vibrar y qué despierte todo el potencial que hay dentro de ti.
Cuando la encuentres se encenderá un fuego en tu interior, te despertaras ilusionado cada mañana y te sentirás apasionado con lo que haces.
¿Cómo saber si has descubierto tu misión personal?
Pregúntate si tienes un trabajo, realizas unos estudios o estas realmente construyendo tus sueños.
Pregúntate si lo que haces lo realizas por obligación, para luego usar tu tiempo libre en lo que realmente te gusta o si, por el contrario, te gusta tanto lo que haces que piensas en ello, incluso cuando estas de vacaciones.
Algunas personas no eligen tener una misión porque creen imposible poder llegar tan lejos. Consideran inalcanzables sus sueños.
Para otros, es simplemente imposible trabajar y ganar dinero realizando lo que les gusta. No conocen el significado de la palabra tragozar (trabajar gozando).
Si reflexionas sobre tu vida hasta ahora, sobre lo que realmente te gusta y sobre lo que has venido realizando para vivir, quizá puedas distinguir sí tu vida ha sido una mera supervivencia o una vida en plenitud.
Si deseas vivir plenamente primero debes definir lo que realmente quieres hacer en tu vida, en que forma sientes que puedes contribuir de una forma especial, “la tuya”, a la sociedad en la que vives. Se trata de que definas tu misión personal. Después, es bueno que te plantees unos objetivos concretos que te permitan desarrollarla. Finalmente, deberás pensar que acciones debes realizar e iniciarlas.

Tu misión personal es algo que solo puedes descubrir desde dentro, por ti mismo.
Descubriéndola te aseguraras que tus metas son realmente tuyas
y que estarás contento al alcanzarlas.
Y recuerda que cuando vives tu misión,
realizar lo que tienes que hacer para alcanzar tus objetivos
se hace una tarea muy agradable y divertida.

Manuel Roca Alvarez

martes, 16 de noviembre de 2010

LO QUE EL CORAZON QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA

Leía ayer un artículo pasado por Internet que hablaba de la posibilidad de cambiar nuestro cerebro a través del pensamiento positivo, el cambio del centro de atención o la respiración abdominal.
Esta es una entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia


ENTREVISTA:

Mario Alonso Puig : Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Llevo más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión? Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.

Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.

Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. Hay que entrenar esa mente.

¿Eso es psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.

¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.

¿Dice que no hay que ser razonable?
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.

¿No exagera?
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
-Más recursos… La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal:

“Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.

Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.

¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.

¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.

¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
-La mayoría de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.

Deme alguna pista.
-Cambie los hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo.
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

La psicología de la persuasión II

Al igual que en el artículo anterior, profundizo en algunas estrategias poderosas de persuasión que actúan en nosotros a nivel inconsciente y que debemos conocer para no caer en ellas.

Imagine a un hombre al que se le acerca una señorita con apariencia de modelo que le pide hacerle una encuesta para conocer su estilo de vida. Le pregunta: ¿Usted sale a comer en la semana? El hombre ve a la linda señorita y para impresionarla, responde: Claro que sí. Luego le pregunta ¿Cuánto gasta saliendo a comer? y la persona responde con una de las posibilidades de mayor gasto.

Luego le pregunta si va al teatro. Sigue impresionando y dice: “Muchísimo, me encanta el teatro”. Así, la persona sigue respondiendo preguntas de forma un poco exagerada, tratando de proyectar una buena imagen ante la modelo. Finalmente, la señorita le dice: “Veo que usted es un candidato perfecto para nuestro servicio de entretenimiento. Con lo que usted gasta, le convendría obtener nuestro servicio de compra anticipada de espectáculos y consumo en restaurantes, pues le sería de gran ahorro”.

En ese momento, toda la magia de la seducción se cae y la persona se da cuenta de que le han puesto una trampa. La persona ha declarado algo que no es y ahora se ve presionada, para mantener la coherencia, a comprar el producto de la señorita.

Esta historia que narra el profesor Robert Cialdini, en su libro La psicología de la persuasión, describe el principio de coherencia como herramienta de influencia.

El principio plantea que una vez que tomamos una posición pública sobre algo, haremos todo lo posible para que nuestros actos coincidan con nuestras palabras. Le pedí a mi hija que haga la siguiente encuesta en la playa el fin de semana: debía preguntarle a los bañistas si les interesaba el medio ambiente; si querían que las playas estén limpias de polución. Si las respuestas eran positivas, entonces debía pedirles su teléfono y comprometerlos a ir esa misma tarde a limpiar la playa por dos horas. Las 21 personas encuestadas respondieron que sí les interesaba el medio ambiente y de las 21, 18 estuvieron dispuestas a dar su teléfono y a limpiar la playa. Nuevamente, mi hija hizo que declaren públicamente que el medio ambiente les importaba y luego la mayoría, por la ley de coherencia, estuvo dispuesta a dedicar dos horas a la limpieza de la playa.

Este mismo principio de coherencia es el que hace que una vez que tomemos una posición abiertamente en una reunión, nos cueste tanto aceptar otras ideas. Estamos tratando a como dé lugar de mantener nuestra coherencia ante los demás, de tal manera que no escuchamos otros argumentos.

Si quisiéramos mejorar el liderazgo de los jefes y gerentes de una organización usando el principio de coherencia, se les podría pedir a los líderes que respondan: ¿Cómo quisieran ser recordados como líderes por parte de sus seguidores? Luego de esto se les pediría que compartan su respuesta con su equipo de trabajo. Así, los jefes estarán haciendo una declaración pública de su ideal de liderazgo y por el principio de coherencia tratarán de cumplirla.

Según Cialdini, muchas ONG usan el principio de coherencia para recaudar fondos. Las recaudadoras preguntan al potencial donante: ¿Cómo se siente el día de hoy? La respuesta típica es: Bien. Una vez que ya la persona declara que se siente bien, la recaudadora le dice: Bueno, yo vengo a hablarle de personas que no están bien hoy, niños que pasan hambre, etc. Por el principio de coherencia, si usted dijo que está bien, es más probable que ayude a alguien que está mal.

Si usted va a usar este poderoso principio, hágalo éticamente y no manipule a las personas. Declare claramente su intención de influenciar y persuadir. Si piensa que lo están usando en usted, no se deje llevar y tome conciencia de que pueden estar intentando manipularlo.


DAVID FISCHMAN

sábado, 30 de octubre de 2010

La psicología de la persuasión

Hay oportunidades en las que hacemos cosas que no queríamos hacer y no sabemos por qué las hicimos. Existen muchas estrategias inconscientes de influencia. Conocerlas es el primer paso para impedir que nos manipulen.

Robert Cialdini, experto en psicología de la persuasión, menciona lo siguiente sobre una investigación realizada a un grupo de personas a quienes se les pidió que introdujeran los dedos índices de cada mano en dos vasos de agua: uno de los vasos tenía agua congelada y el otro agua fría.

A los que inicialmente tenían el dedo en el vaso de agua congelada se les pidió que lo sacaran y lo introdujeran en el de agua fría. De esta manera, todos los participantes terminaron con sus dos dedos índices en el mismo vaso y experimentaron una sensación increíble. El dedo que pasó por el agua congelada se sentía en el vaso de agua fría como si estuviera en agua caliente. El contraste de temperatura hacía que la persona sintiera dos temperaturas en sus dedos a pesar de estar en el mismo recipiente.

Cialdini ha investigado a cientos de vendedores en sus tácticas de influencia y llama a este fenómeno el principio del contraste. ¿Cómo se usa en ventas? Imagine que quiere comprar un auto, ¿el vendedor debería mostrarle el auto más caro de la tienda o uno que pueda estar de acuerdo a su presupuesto? La respuesta de una persona ajena a ventas sería de acuerdo a su presupuesto.

Pero es la respuesta equivocada. Usando el principio de contraste, primero nos muestran el auto más caro de la tienda (introducen nuestro cerebro en agua congelada) y luego nos muestran un auto bueno y más barato y lo percibimos como una gran oferta. Sin darnos cuenta, nuestra percepción ha sido manipulada. Pero allí no termina todo. Primero, nos muestran un auto sin accesorios a un buen precio y luego nos empiezan a ofrecer accesorios. Como ya estamos comprometidos a hacer una compra de varios miles de dólares, los pequeños accesorios son percibidos como minucias. Por ejemplo, imaginemos que el auto vale 18 mil dólares.

Nos ofrecen una radio que vale 350 dólares. En nuestra mente por el principio de contraste, 350 de dólares no es nada cuando hacemos una compra tan grande. Sin embargo, si vamos a una tienda a comprar un equipo de música para el auto y nos muestran decenas de equipos, seríamos mucho más cuidados escogiendo el precio del mismo. Es cuando comparamos el precio del equipo con la compra mayor que estamos dispuestos a ceder.

El principio de contraste afecta nuestras vidas sin que seamos conscientes. En un estudio de la Universidad de Arizona, mencionado por Cialdini, se demostró que las personas perciben a sus parejas como menos atractivas cuando son bombardeados por los medios de comunicación con imágenes de modelos perfectos sin un gramo de grasa de sobra. Una joven de 17 años escribió la siguiente carta:


“Queridos padres:

Actualmente estoy bien de salud, después de la contusión cerebral que sufrí al caer de un segundo piso; debido al incendio que ocurrió en mi departamento pasé dos semanas en el hospital. Afortunadamente, el fuego fue visto por un empleado de una gasolinera que llamó a los bomberos. Este chico me visitó en la clínica y me invitó a vivir en su departamento.
Estoy embarazada y nos vamos a casar. El problema es que no hemos podido hacer los trámites de matrimonio porque mi novio tiene enfermedades venéreas. Bueno, en realidad no tuve ninguna contusión cerebral ni sufrí ninguna caída, no hubo incendio, no tengo enamorado, no estoy embarazada y no me voy a casar.
Sin embargo, me desaprobaron en matemáticas y lenguaje en la universidad. Solo quería que pusieran este pequeño desliz en perspectiva.”

Evite ser influenciado inconscientemente por el principio de contraste. No deje que lo influencien sin su consentimiento.


DAVID FISCHMAN

jueves, 30 de septiembre de 2010

Fidelidad Animal

Hace un par de dias, viendo la pelicula "Happy Feet", vino a mi memoria una caracteristica peculiar que tiene aquellos inteligentes animales, las cuales muchos de nosotros deberiamos de imitar ... que es su "fidelidad".

A pesar de que los pingüinos viven en un hábitat de hielo, son un ejemplo de calidez. Son capaces de afrontar, junto a su pareja, una serie de responsabilidades y emociones que los llevan a tener una relación más allá del apareamiento.

Los pingüinos emperador caminan más de 70 millas en el hielo y soportan temperaturas hasta por debajo de los 60 grados para encontrar a su otra mitad. Esto es el comienzo de una aventura en la cual cada uno es fundamental para el otro. De esta manera tienen acuerdos claros para mantener una relación, como lo describe la exitosa documental francesa:

La Marcha de los Pingüinos.

Su situación no difiere mucho de la de dos humanos, quienes están más obligados a mantener una constante comunicación por ser la unión de dos individuos distintos. El ambiente de hielo también se presentan entre el hombre y la mujer. La ausencia de palabras, asumir lo que el otro piensa y siente, o castigar con indiferencia, son errores comunes que tarde o temprano hacen de la casa y la relación escenarios gélidos.

En un noviazgo, matrimonio o unión con varios años de sana convivencia, sin duda se ha sabido manejar una comunicación en la cual están implícitos la comprensión y el amor. Esto se requiere especialmente en situaciones como el nacimiento de los hijos, episodios tristes, aprietos económicos y disgustos.

Pero resulta ambicioso dar una respuesta específica del porqué un hombre y una mujer deciden estar unidos, comenta el psiquiatra Miguel De León. A nivel popular se considera que la atracción y la compatibilidad socioeconómica son las áreas más influyentes para perseverar.

De hecho, la atracción física es considerada uno de los aspectos más relevantes para comenzar la relación, manifiesta De León. El experto hace énfasis en que en la actualidad los encuentros sexuales se dan desde el noviazgo y este tiempo de pasión deja para después la amistad, la ternura y el compromiso.

Varios estudios realizados por las universidades Collage, en Londres, y Cornell, en Nueva York, concluyeron que la pasión dura entre uno y tres años. En este tiempo se da prioridad a las emociones y los sentimientos de placer.

El sexólogo Mauricio Aquino coincide en que la compatibilidad sexual es un factor no tan relevante y variante en cada relación:


“Un gran número de parejas no comparte intimidad sexual constante y se ama, pero es una decisión establecida con el tiempo”,

expresa Aquino. Sin embargo, para otras personas este componente no debe descuidarse y es determinante en la relación. Alicia Arellano, sexóloga de la Organización Mujer Feliz, considera que estos encuentros íntimos deben disfrutarse y no hacerse monótonos.

Aquino explica que los objetivos comunes o compartidos son el fundamento para continuar una vida juntos. El deporte, la música, la literatura y el cine, entre otras actividades, son distracciones necesarias para estar juntos aunque está claro que no siempre las preferencias concuerdan, lo cual hace necesario buscar el equilibrio.

Con regularidad, dos personas que conviven por muchos años buscan nuevas experiencias y así ganan estabilidad emocional. Tienen una vida social activa, amigos, se respetan y desarrollan un nivel de confianza elevado.

miércoles, 25 de agosto de 2010

CON EL TIEMPO...

Han pasado 8 meses desde que resido en Brasil, lejos de mi familia, de mis amigos, y de la chica de mis sueños, quien diria que todo este tiempo de "soledad", me ah ayudado a madurar en todo sentido, creo que suele suceder cuando una persona se vuelve responsable de sus acciones, se llega a independizar y adquiere responsabilidades, pero solo se logra siendo consciente de sus acciones para con los demas, lo que me trae a la memoria el siguiente texto, que deseo compartir con ustedes

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo te das cuenta que casarse solo porque "ya me urge" es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso.

Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.


Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día lloraras por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoraras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo.... ante una tumba..., ya no tiene ningún sentido...

Pero desafortunadamente....solo con el tiempo...

Y recuerda estas palabras:



"EL HOMBRE SE HACE VIEJO MUY PRONTO Y SABIO MUY TARDE"

sábado, 7 de agosto de 2010

¿POR QUÉ HEMOS DE ESCUCHAR AL CORAZON?

¿Por qué hemos de escuchar el corazón?
- preguntó el muchacho cuando acamparon aquel día.
- Porque donde él esté, es donde estará tu tesoro.
- Mi corazón se halla agitado - dijo el muchacho.
Tiene sueños, se emociona y está apasionado por una mujer del desierto.
Me pide cosas y no me deja dormir muchas noches, cuando pienso en ella.

-Eso es bueno. Tu corazón está vivo. Sigue escuchando lo que él tiene para decir.

En los tres días siguientes, los dos pasaron junto a algunos guerreros, y vieron a otros guerreros en el horizonte.

El corazón del muchacho empezó a hablar sobre el miedo.
Contaba al muchacho historias que había oído al Alma del Mundo, historias de hombres que fueron en busca de sus tesoros y jamás los encontraron.
A veces, asustaba al muchacho con el pensamiento de que podría no conseguir el tesoro, o podría morir en el desierto.
Otras veces, le decía que ya estaba satisfecho, que ya había encontrado un amor y muchas monedas de oro.
- Mi corazón es traicionero - dijo el muchacho al Alquimista, cuando pararon para descansar un poco los caballos.
- No quiere que continúe.
- Eso es bueno - respondió el Alquimista
-.Demuestra que tu corazón está vivo. Es natural cambiar un sueño por todo aquello que ya se consiguió.
-Entonces, ¿por qué debo escuchar mi corazón?
- Porque no conseguirás nunca mantenerlo callado. E incluso si finges no escuchar lo que dice, él estará dentro de tu pecho, repitiendo siempre lo que piensa sobre la vida y el mundo.
- ¿Incluso aún siendo traicionero?.
- La traición es el golpe que tú no esperas.
Si conoces bien tu corazón, él jamás lo conseguirá.
Nadie logra huir de su corazón. Por eso, es mejor escuchar lo que él dice.
Para que jamás venga un golpe que tú no esperas.

- El muchacho seguía escuchando su corazón, mientras caminaban por el desierto. Llegó a conocer sus artimañas y sus trucos y llegó a aceptarlo como era.

Entonces, el muchacho dejó de tener miedo, y dejó de tener ganas de volver, porque una tarde su corazón le dijo que estaba contento. "Incluso si protesto un poco", decía su corazón, "es porque soy un corazón de hombre, y los corazones de hombres son así.
Tienen miedo de realizar sus mayores sueños, porque encuentran que no lo merecen o que no van a conseguirlos.
Nosotros, los corazones, morimos de miedo sólo de pensar en amores que partieron para siempre, en momentos que podrían haber sido maravillosos y que no lo fueron, en tesoros que podrían haber sido descubiertos y quedaron para siempre escondidos en la arena. Porque cuando esto acontece, terminamos sufriendo mucho".
-Mi corazón tiene miedo de sufrir - dijo el muchacho, una noche en que miraban el cielo sin luna.
-Dile que el miedo de sufrir es peor que el propio sufrimiento.
Y que ningún corazón jamás sufrió cuando fue en busca de sus sueños, porque cada momento de búsqueda es un momento de encuentro con Dios y con la Eternidad.
-Cada momento de búsqueda es un momento de encuentro - dijo el muchacho a su corazón. Mientras buscaba mi tesoro, todos los días fueron luminosos, porque yo sabía que cada hora formaba parte del sueño de encontrar.
Mientras yo buscaba este mi tesoro, descubrí en el camino cosas que jamás había soñado encontrar, si no hubiese tenido el valor de intentar cosas imposibles para los pastores.
Entonces, su corazón permaneció silencioso una tarde entera. De noche, el muchacho durmió tranquilo, y cuando despertó, su corazón empezó a hablarle de las cosas del Alma del Mundo.
Dijo que todo hombre feliz era un hombre que llevaba a Dios dentro de sí.
Y que la felicidad podría ser encontrada en un simple grano de arena del desierto, como ya había dicho el Alquimista.
Porque un grano de arena es un momento de la Creación, y el Universo tardó millares de millones de años para crearlo.
"Cada hombre sobre la faz de la Tierra tiene un tesoro que le está esperando", dijo su corazón.

" Nosotros, los corazones, acostumbramos a hablar poco de estos tesoros,
porque los hombres ya no quieren encontrarlos.
Sólo hablamos a los niños. Después, dejamos que la vida encamine
a cada uno en dirección a su destino.
Pero, desgraciadamente, pocos siguen el camino
que les ha sido trazado y que es el de la Historia Personal,
y de la felicidad.
Les parece que el mundo es una cosa amenazadora,
y por esto el mundo se convierte en una cosa amenazadora.
Entonces nosotros, los corazones, vamos hablando cada vez
más quedo pero no nos callamos nunca.
Y procuramos que nuestras palabras no sean oídas:
no queremos que los hombres sufran porque no siguieron a sus corazones".

¿Por qué los corazones no les dicen a los hombres que deben continuar siguiendo sus sueños?
-Preguntó el muchacho al Alquimista. -Porque, en este caso, el corazón es el que sufre más. Y a los corazones no les gusta sufrir. El muchacho entendió a su corazón a partir de aquel día. Pidió que nunca más lo dejase. Pidió que, cuando estuviese lejos de sus sueños, el corazón apretase en el pecho y diese la señal de alarma. El muchacho juró que siempre que escuchase esta señal, también la seguiría. Aquella noche habló de todo ello con el Alquimista. Y el Alquimista comprendió que el corazón del muchacho se había vuelto hacia el Alma del Mundo.
-¿Qué hago ahora? - preguntó el muchacho.
-Sigue en dirección a las Pirámides - dijo el Alquimista-.Y continúa atento a las señales. Tu corazón ya es capaz de mostrarte el tesoro.
-¿Era eso lo que me faltaba saber?. -No - respondió el Alquimista-.
Lo que té falta saber es lo siguiente:
Siempre antes de realizar un sueño, el Alma del Mundo decide examinar todo aquello que se aprendió durante la caminata.
Ella hace esto no porque sea mala, sino para que podamos, junto con nuestro sueño, conquistar también las lecciones que aprendemos siguiendo en dirección a él.
Es el momento en que la mayor parte de las personas desiste.
Es lo que llamamos, en lenguaje del desierto, "morir de sed cuando las palmeras ya aparecieron en el horizonte".
"Una búsqueda empieza con la Suerte de Principiante. Y termina siempre con la Prueba del conquistador".
El muchacho recordó un viejo proverbio de su tierra.
Decía que: la hora más oscura era la que venía antes de salir el sol...

Paulo Coehlo

lunes, 26 de julio de 2010

ACERCA DE LAS ALMAS GEMELAS

El dia de ayer tuve una conversacion interesante con una amiga, no me acuerdo como salio el tema en si, pero realmente disfrute de la platica con ella, se preguntaran cual es el tema ?
Bueno, el tema es : si existe una persona indicada para cada uno de nosotros ?, y si esta persona existiese, existe una sola ? (tendran que disculparme por la forma de expresarme, es debido a que tengo una formacion matematica, y bueno solemos hacerlo de esa forma)

Me quede pensando toda la noche en la conversacion que tuvimos, cuando de pronto me acorde de una conversacion similar que tuve hace un par de años con un amigo de la Universidad, el cual me comentaba de lo que una ves habia encontrado en un libro de Paulo Coelho, el cual deseo compartir con ustedes.

Cuando las personas piensan en la reencarnación, siempre se enfrentan con una pregunta muy difícil: si en el comienzo existían tan pocos seres humanos sobre la faz de la Tierra, y hoy existen tantos, ¿de dónde vie­nen esas nuevas almas?
Brida estaba con la respiración suspendida. Ya se ha­bía hecho esta pregunta a sí misma muchas veces.
-La respuesta es simple -dijo Wicca, después de saborear por algún tiempo la ansiedad de la joven-. En ciertas reencarnaciones, nos dividimos. Así como los cristales y las estrellas, así como las células y las plan­tas, también nuestras almas se dividen.
Nuestra alma se transforma en dos, estas nuevas al­mas se transforman en otras dos, y así en algunas ge­neraciones, estamos esparcidos por buena parte de la Tierra.
¿Y sólo una de estas partes tiene la conciencia de quién es? -preguntó Brida. Guardaba muchas pregun­tas, pero quería hacerlas una por una; ésta le parecía la más importante.
-Hacemos parte de lo que los alquimistas llaman el Anima Mundi, el Alma del Mundo

-dijo Wicca, sin res­ponder a Brida-.
En verdad, si el Anima Mundi se li­mitara a dividirse, estaría creciendo pero también que­dándose cada vez más débil. Por eso, así como nos dividimos, también nos reencontramos.
Y este reen­cuentro se llama Amor. Porque cuando un alma se divi­de, siempre se divide en una parte masculina y una fe­menina.
Así está explicado en el libro del Génesis:

"El alma de Adán se dividió, y Eva nació de dentro de él".
Wicca se detuvo, de repente, y se quedó mirando la baraja esparcida sobre la mesa.
-Son muchas cartas -continuó- pero forman par­te de la misma baraja. Para entender su mensaje las necesitamos a todas, todas son igualmente importan­tes.

Así también son las almas. Los seres humanos están todos interligados, como las cartas de esta baraja. En cada vida tenemos una misteriosa obligación de reen­contrar, por lo menos, una de esas Otras Partes.
El Amor Mayor, que las separó, se pone contento con el Amor que las vuelve a unir.
-¿Y cómo puedo saber que es mi Otra Parte? -ella consideraba esta pregunta como una de las más impor­tantes que había hecho en toda su vida.
Wicca se rió. Ella también se había preguntado sobre eso, con la misma ansiedad que aquella joven que tenía enfrente. Era posible conocer a la Otra Parte por el bri­llo en los ojos: así, desde el inicio de los tiempos, las personas reconocían a su verdadero amor.

La Tradición de la Luna tenía otro procedimiento: un tipo de vi­sión que mostraba un punto luminoso situado encima del hombro izquierdo de la Otra Parte. Pero todavía no se lo contaría; tal vez ella aprendiese a ver ese pun­to, tal vez no. En breve tendría la respuesta.
-Corriendo riesgos -le dijo a Brida-.

Corriendo el riesgo del fracaso, de las decepciones, de las desilu­siones, pero nunca dejando de buscar el Amor. Quien no desista de la búsqueda, vencerá.
Brida recordó que el Mago había dicho algo seme­jante, al referirse al camino de la magia.

"Quizá sea una cosa sola", pensó.
Wicca comenzó a recoger la baraja de la mesa y Brida presintió que el tiempo se estaba agotando. Sin embar­go, quedaba otra pregunta por hacer.
-¿Podemos encontrar más de una Otra Parte en cada vida?
"Sí -pensó Wicca con cierta amargura-. Y cuando esto sucede, el corazón queda dividido y el resultado es dolor y sufrimiento. Sí, podemos encontrar tres o cua­tro Otras Partes, porque somos muchos y estamos muy
dispersos." La chica estaba haciendo las preguntas cer­teras, y ella necesitaba evadirlas.
-La esencia de la Creación es una sola --dijo-.

Y esta esencia se llama Amor. El Amor es la fuerza que nos reú­ne otra vez, para condensar la experiencia esparcida en muchas vidas, en muchos lugares del mundo. Somos res­ponsables por la Tierra entera, porque no sabemos dón­de están las Otras Partes que fuimos desde el comienzo de los tiempos; si ellas estuvieran bien, también seremos feli­ces. Si estuvieran mal, sufriremos, aunque inconsciente­mente, una parcela de ese dolor.
Pero, sobre todo, somos responsables por reunir nuevamente, por lo menos una vez en cada encarnación, a la Otra Parte que con seguri­dad se cruzará en nuestro camino.
Aunque sea por unos instantes siquiera, porque esos instantes traen un Amor tan intenso que justifica el resto de nuestros días.
El perro ladró en la cocina. Wicca acabó de recoger la baraja de la mesa y miró una vez más a Brida.

-También podemos dejar que nuestra Otra Parte siga adelante, sin aceptarla o siquiera percibirla. En­tonces necesitaremos más de una encarnación para encontrarnos con ella.
Y, por causa de nuestro egoísmo, seremos condenados al peor suplicio que inventamos para nosotros mismos: la soledad.

sábado, 3 de julio de 2010

SCHADENFREUDE

Ni cortos ni perezosos, los principales medios de Brasil celebraron jocosamente la eliminación de Argentina tras la goleada de 4 a 0 que le propinó Alemania.
En la víspera, tras la caída de Brasil ante Holanda, los medios argentinos iniciaron esta especie de 'guerrita' periodística con sendas burlas de la eliminación de la 'canarinha'.
"Hahahahahahahahaha", es lo que titula Globoesporte.com, medio que califica de 'humillante' la caída argentina.

“Los infortunios de las personas que envidiamos nos saben a miel y existen regiones específicas en el cerebro que se encargan de procesar esa miel”
Takahashi.

Es lo que ha sido denominado en psicología con el término alemán schadenfreude, que se refiere al placer que sentimos cuando vemos a otras personas sufriendo. Especialmente si son personas que nos ponen las neuronas verdes de la envidia.

Schadenfreude (IPA ˈʃaːdənˌfʁɔʏ̯də (?·i)) es una palabra del alemán que designa el sentimiento de alegría creado por el sufrimiento o la infelicidad del otro.

En esta ocasión, los investigadores también han descubierto un vínculo entre sentir la pena de la envidia y el placer del schadenfreude.

“El cerebro tiene una forma ya básica de funcionar, vemos por ejemplo sistemas básicos de hambre y sed, mientras más hambrientos y sedientos estamos, mayor será el placer que sentiremos al comer y al tomar agua.
De la misma forma, mientras más envidia sentimos por alguien, mayor será nuestra alegría al verlos caer, está todo en el cerebro”

explicó el neurólogo Matthew D. Lieberman, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA)

Desear el mal ajeno no es exclusivo de la política o del fútbol, donde parece hasta legítimo. Se practica en el ambiente literario, en los medios de comunicación, en las universidades, en las empresas, hasta en las familias.

Y se manifiesta con distintos sentimientos: la envidia, el odio, el rencor; sirve para tachar o para eliminar, y apela a los peores sentimientos que anidan en el pozo, y en el poso, del ser humano.

Schadenfreude forma parte de la naturaleza, para eliminarla, si se puede, o para atenuarla, que se debe, debemos hacer una gimnasia cotidiana, porque la Schadenfreude es como ese colesterol malo que sólo se manifiesta cuando ya es irremediable y quema en la lengua hasta resultar insoportable también para aquel que sufre la enfermedad.

No conozco una construcción similar en español, acaso los norteamericanos tampoco la tenían y se han quedado con esta expresión que les sirve para designar lo peor del ánimo propio con respecto a la vida, la hacienda o la esperanza de los otros.

Fuente:Internet

CUANDO NACIO MI TRISTEZA...

Cuando nació mi Tristeza, le prodigué mil cuidados, y la vigilé con amorosa ternura.

Y mi Tristeza, creció como todos los seres vivientes, fuerte y hermosa y llena de maravillosas gracias.

Y mi Tristeza, y yo nos amábamos, y amábamos al mundo que nos rodeaba.


Pues mi Tristeza era de corazón bondadoso, y el mío también era amable cuando estaba lleno de Tristeza.

Y cuando hablabamos, mi Tristeza y yo, nuestros días eran alados y nuestras noches engalanadas de sueños; porque mi Tristeza era elocuente, y mi lengua también era elocuente con la Tristeza.

Y cuando mi Tristeza yo cantabamos juntos, nuestros vecinos sentábanse en la ventana a escucharnos; pues nuestros cantos eran profundos como el mar, y nuestras melodías estaban impregnadas de extraños recuerdos.

Y cuando caminábamos juntos, mi Tristeza y yo, la gente nos miraba con amables ojos, y murmuraba con extremada dulzura. Y también había quien nos envidiaba, pues mi tristeza era noble, y yo me sentía orgulloso de mi Tristeza.

Pero murió mi Tristeza, como todo ser viviente, y me quedé solo, con mis reflexiones.

Y ahora, cuando hablo, mis palabras suenan pesadas a mis oídos.

Y cuando canto, mis vecinos no escuchan mis canciones

Y cuando camino solo por la calle, ya nadie me mira.

Sólo en sueños oigo voces que dicen compadecidas:


"Mirad, allí yace el hombre al que se le murió su Tristeza".



Khalil Gibrán

viernes, 2 de julio de 2010

LA MUJER...

Os he dicho que a la mujer hay que amarla, no comprenderla.
Eso es lo primero que hay que comprender.
La vida es tan misteriosa que
" nuestras manos no pueden alcanzar sus cimas, nuestros ojos no pueden observar su misterio más profundo"
Comprender cualquier expresión de la existencia —los hombres o las mujeres o los árboles o los animales o los pájaros— es la función de la ciencia, no la de un místico.
Yo no soy un científico. Para mí, la ciencia misma es un misterio, y ahora los científicos han empezado a darse cuenta de ello. Están abandonando su vieja actitud obstinada y supersticiosa de que un día sabrán todo lo que se puede saber.

Con Albert Einstein, la historia entera de la ciencia ha tomado una ruta muy diferente, porque cuanto más penetró en el núcleo de la materia, más perplejo se fue quedando. Toda la lógica quedó atrás, toda la racionalidad quedó atrás.

No puedes dar órdenes a la existencia, porque no sigue tu lógica. La lógica es un producto hu­mano. Llegó un punto en la vida de Albert Einstein en que recuer­da que estaba dudando si debía insistir en ser racional... pero eso sería estúpido. Sería humano, pero no inteligente.

Incluso si insis­tes en la lógica, en la racionalidad, la existencia no va a cambiar de acuerdo con tu lógica; tu lógica tiene que cambiar de acuerdo conla existencia. Y cuanto más profundizas, la existencia se vuelve más y más misteriosa. Y llega un punto en que tienes que abandonar la lógica y la racionalidad y simplemente escuchar a la naturaleza.
Yo lo llamo el entendimiento supremo, pero no en el sentido corrien­te de entendimiento. Lo sabes, lo sientes, pero no hay manera de decirlo.
El hombre es un misterio, la mujer es un misterio, todo lo que existe es un misterio, y todos nuestros esfuerzos para comprender­lo van a fracasar.


Recuerdo a un hombre que estaba comprando un regalo para su hijo en una tienda de juguetes por Navidad. Era un conoci­do matemático, así que, naturalmente, el dependiente le trajo un rompecabezas.

El matemático trató de resolverlo... era un bello rompecabezas. Lo intentó y lo intentó y lo intentó, y empezó a sudar. La situación se estaba volviendo incómoda. Los clientes y los vendedores y el dependiente estaban mirando, y él no logra­ba resolver el rompecabezas. Finalmente, abandonó la idea y gri­tó al dependiente:
«Soy matemático, y si ni siquiera yo puedo resolver el rompecabezas,
¿cómo cree que va a poder mi hijo pe­queño?»

El dependiente dijo:

«Usted no comprende. Está hecho de tal manera que nadie puede resolverlo, matemático o no matemá­tico.»
El matemático dijo:

«Pero, ¿por qué lo han hecho así?»
El dependiente dijo:

«Está hecho de esa forma para que el mu­chacho empiece a comprender desde el principio que la vida no se puede resolver, no se puede comprender.»

Puedes vivirla, puedes regocijarte en ella, puedes hacerte uno con el misterio, pero la idea de comprender como observador no es posible en absoluto.

Yo mismo no comprendo. El mayor misterio para mí soy yo mismo. Pero te puedo dar unas cuantas pistas:
Un psiquiatra es un tipo que te hace muchas preguntas muy caras que tu esposa te hace gratis.
La clave de la felicidad: puedes hablar de amor y de ternura y de pasión, pero el verdadero éxtasis es descubrir que no has perdi­do las llaves después de todo.
Las mujeres comienzan resistiéndose a las tentativas del hom­bre y acaban bloqueando su retirada.
Si quieres que una mujer cambie de idea, muéstrate de acuer­do con ella.
Si quieres saber lo que realmente piensa una mujer, mírala; no la escuches.

La señora se acercó al policía y le dijo:
«Oiga, ese hombre de la esquina me está molestando.»
«He estado observando todo el tiempo —dijo el poli— y ese hom­bre ni siquiera la ha mirado.»
«Y, bueno —dijo la mujer—, ¿no es eso molesto?»

Un joven romántico se volvió a la bella joven que había en su cama y le preguntó:
«¿Soy el primer hombre con el que has hecho el amor?»
Ella pensó un momento y luego dijo: «Es posible, tengo una memoria horrible para las caras.»
Todo es misterioso: es mejor disfrutarlo en vez de tratar de comprenderlo.
Al final, el hombre que sigue tratando de compren­der la vida resulta ser un tonto, y el hombre que disfruta la vida se vuelve sabio y sigue disfrutando la vida, porque se hace más y más consciente del misterio que nos rodea.

El mayor entendimiento es saber que no se puede comprender nada, que todo es misterioso y milagroso. Para mí, ese es el inicio de la religión en tu vida.
OSHO

lunes, 28 de junio de 2010

Sobre El Amor Y La Amistad‏

El Principito Y El Zorro

Apareció entonces el zorro.
-Buenos días -saludó el zorro.
-Buenos días -contestó amablemente el Principito que al darse vuelta en dirección a la voz no vio a nadie.
-Si me buscas, aquí estoy -aclaró el zorro- debajo del manzano.
-Pero…, ¿quién eres tú? -preguntó el Principito-. Eres muy hermoso.
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Acércate…, ven a jugar conmigo -propuso el Principito- ¡Estoy tan triste!.
-¿Jugar contigo? No…, no puedo -dijo el zorro-. Aún no estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -se excusó el Principito.
Interrogó, luego de meditar un instante:
-¿Has dicho “domesticar”? ¿Qué significa “domesticar”?
-Tú no eres de aquí -afirmó el zorro- ¿Puedes decirme qué es lo que buscas?
-Busco a los hombres -respondió el Principito- Dime, ¿qué significa “domesticar”?
-Los hombres -intentó explicar el zorro- poseen fusiles y cazan. Eso es bien molesto. Crían también gallinas; es su único interés. Tú buscas gallinas, ¿verdad?
-No -dijo el Principito-. Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”?
-¡Ah!…, es una cosa muy olvidada -respondió el zorro-.
Significa “crear lazos”.
-¿Crear lazos?-preguntó el Principito.
-Así es -confirmó el zorro- Tú para mí, no eres más que un jovencito semejante a cien mil muchachitos. Además, no te necesito. Tampoco tú a mí. No soy para ti más que un zorro parecido a cien mil zorros. En cambio, si me domesticas…, sentiremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo.
-Creo que empiezo a entender -dijo el Principito-. Hay una flor… Creo que me ha domesticado.
-Es probable- contestó el zorro- ¡En este planeta, en la Tierra, pueden ocurrir todo tipo de cosas! -¡Oh! No es en la Tierra -se apresuró a decir el Principito.
El zorro se quedó no menos que intrigado.
-¿Acaso en otro planeta?
-Sí.
-¿Puedes decirme si hay cazadores en ese planeta?
-¡Oh, no! No los hay.
-Me está resultando muy interesante. ¿Hay gallinas?
-No.
-No existe nada que sea perfecto -dijo el zorro suspirando.
Luego prosiguió:
-Mi vida es algo aburrida. Cazo gallinas y los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen como también los hombres se parecen entre sí. Francamente me aburro un poco. Estoy seguro que…, si me domesticas mi vida se verá envuelta por un gran sol. Podré conocer un ruido de pasos que será bien diferente a todos los demás. Los otros pasos, me hacen correr y esconder bajo la tierra. Pero el tuyo sin embargo, me llamará fuera de la madriguera, como una música. ¡Mira! ¿Puedes ver allá a lo lejos los campos de trigo? Yo no como pan, por lo que para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo nada me recuerdan. ¡Es triste! Pero tú tienes cabellos de color oro. Cuando me hayas por fin domesticado, el trigo dorado me recordará a ti. Y amaré el sonido del viento en el trigo…
El zorro en silencio, miró por un gran rato al Principito.
-Por favor… ¡Domestícame! -suplicó.
-Lo haría, pero… no dispongo de mucho tiempo -contestó el Principito-. Quisiera encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-¿Sabes…? Sólo se conocen las cosas que se domestican -afirmó el zorro-. Los hombres carecen ya de tiempo. Compran a los mercaderes cosas ya hechas. Y… como no existen mercaderes de amigos, es muy simple, los hombres ya no tienen amigos. Si realmente deseas un amigo, domestícame!
-Y… ¿Qué es lo que debo hacer? -preguntó el Principito.
-Debes tener suficiente paciencia -respondió el zorro- En un principio, te sentarás a cierta distancia, algo lejos de mi sobre la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra suele ser fuente de malentendidos. Cada día podrás sentarte un poco más cerca.
Al otro día el Principito volvió:
-Lo mejor es venir siempre a la misma hora -dijo el zorro- Si sé que vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a estar feliz desde las tres. A medida que se acerque la hora más feliz me sentiré. A las cuatro estaré agitado e inquieto; comenzaré a descubrir el precio de la felicidad. En cambio, si vienes a distintas horas, no sabré nunca en qué momento preparar mi corazón… Los ritos son necesarios.
-¿Qué son los ritos? -preguntó el Principito.
-Se trata también de algo bastante olvidado -contestó el zorro-. Es aquello que hace que un día se diferencie de los demás, una hora de las otras horas. Te daré un ejemplo. Entre los cazadores hay un rito. Todos los jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Para mí el jueves es un día maravilloso, ya que paseo hasta la viña. Si los cazadores no tuvieran un día fijo para su baile, todos los días serían iguales y yo no tendría vacaciones.
Fue así como el Principito domesticó al zorro. Pero al acercarse la hora de la partida:
-¡Ah!-dijo el zorro- Voy a llorar.
-No es mi culpa -repuso el Principito-. Tú quisiste que te domesticara, no fue mi intención hacerte daño.
-Sí, yo quise que me domesticaras -dijo el zorro.
-Pero dices que llorarás.
-Sí -confirmó el zorro.
-¿Ganas algo entonces? -preguntó el Principito.
-Gano -aseguró el zorro- por el color del trigo.
Luego sugirió al Principito:
-Vuelve y observa una vez más el jardín de rosas. Ahora comprenderás que tu rosa es única en el mundo. Cuando vuelvas para decirme adiós, yo te regalaré un secreto.
Se dirigió el Principito nuevamente a la rosas:
-En absoluto os parecéis a mi rosa. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Así era mi zorro antes, semejante a cien mil otros. Al hacerlo mi amigo, ahora es único en el mundo.
Las rosas se mostraron ciertamente molestas.
-Sois bellas, pero aún estáis vacías -agregó-. Todavía nadie puede morir por vosotras. Es probable que una persona común crea que mi rosa se os parece. Ella siendo sólo una, es sin duda más importante que todas vosotras, pues es ella la rosa a quien he regado, a quien he puesto bajo un globo; es la rosa que abrigué con el biombo. Ella es la rosa cuyas orugas maté (excepto unas pocas que se hicieron mariposas). Ella es a quien escuché quejarse, alabarse y aún algunas veces, callarse. Ella es mi rosa…
Regresó hacia donde estaba el zorro:
-Adiós- dijo.
-Adiós- dijo el zorro-. Mi secreto es muy simple: no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el Principito a fin de acordarse.
-El tiempo que dedicaste a tu rosa, es lo que hace que ella sea tan importante para ti.
-El tiempo que dediqué a mi rosa… -repitió el Principito para no olvidar.
-Los hombres ya no recuerdan esta verdad -dijo el zorro-. En cambio tú, por favor…, no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa…
-Soy responsable de mi rosa… -dijo en voz alta el Principito a fin de recordar…

domingo, 20 de junio de 2010

CUIDA A TU PAREJA

Cuando lei esta historia por primera vez, jamas pense que la publicaria, en mi blog; sencillamente porque no compartia la opinion del autor, la noción que tenia de amor en ese entonces era muy distinta a la de ahora. Eso me hace acordar lo que mencione en una de mis publicaciones anteriores(en el mes de febrero) titulada "Pensamientos Idealizados Sobre el Amor" , la cual describia al amor :


1]"SI HAY AMOR, NO NECESITAS NADA MAS"
2]"EL VERDADERO AMOR ES INCONDICIONAL"
3]"EL AMOR ES ETERNO"

Afortunadamente uno llega a aprender, que ello no necesariamente es asi.

Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo seguro que tenemos, que lo inseguro.

Me explico:

Yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende.
¿Pero como que no voy a cuidar mucho a mi familia?
¡Es mi familia!
Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde.

¿Ustedes han oído decir a alguien «allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre»?

No, ¿verdad?.
Pero han oído mucho, «allí va mi ex pareja». Entre los padres, los hijos, los hermanos, la familia, lo más seguro que se tiene, no hay ex.
Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están allí.
Usted no puede decir «aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años».
Ella está allí, ella está segura.

Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja.

En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también.
Hay que ser un artista para cuidar una flor. Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura.

Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí.

Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno.
Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.

Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle.

Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.

Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Eso es lo que dice que el amor de pareja es amor de todos los días.

Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estuviera llamando a cada momento.
Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así.
No se quiere a nadie más por no querer al otro.

Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado. No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros.

De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo. En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí.

Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más.

El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente.
Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos «hasta que la muerte nos separe», pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado.

Padre Ricardo Búlmez

sábado, 12 de junio de 2010

O AMOR NÃO DORME

Estoy radicando 5 meses en Brasil, aunque aun no aprendo el idioma, sabran que cada pais tiene sus costumbres y tradiciones, algunas de ellas son a nivel de sudamerica o mundial, una de ella es el dia de los enamorados, que es una celebracion internacional , lo que desconocia era que cada pais tenia su propia fecha, para celebrarlo, en Brasil, se celebra el 12 de junio, y no me queda mas que compartir una entrada por la fecha, y claro esta en portugues, dedicada a aquelos enamorados de habla portuguesa.



Feliz dia dos namorados

Onde existe amor, não há desejos. Por isso, ali não existe medo algum. Se você de fato ama seu amigo, deve poder falar com ele abertamente e dizer:

"Desta maneira, sem as lentes coloridas dos desejos, eu o vejo como você é, e não como eu gostaria que fosse. E é assim que lhe dedico minha amizade, sem medo de que você venha a afastar-se de mim ou me magoar, sem medo de não me corresponder".

Porque, na realidade...
o que é que realmente desejamos? Amar a essa pessoa como ela é, ou a uma imagem que não existe?
Se você conseguir desprender-se desses desejos ou apegos, poderá amar. Aquele outro sentimento nem ao menos pode ser chamado de amor, pois é contrário a tudo o que significa amor de verdade.
Apaixonar-se tambén não significa amar, mas desejar para si uma imagen que se cria da outra pessoa. Tudo é apenas um sonho, porque essa pessoa não existe.
Por isso, quando se conhece a realidade dessa pessoa, como ela não coincide com o que se estava imaginando, a paixão deixa de existir. A essência de tudo fica circunscrita aos desejos.Desejos que dão origem ao ciúme e ao sofrimento porque, não estando assentados sobre a realidade, vivem na insegurança e na descomfiança do medo de que todos os sonhos se acabem e desmoronem.
Quando alguém se apaixona, experimenta certas emocões e uma exaltação que agrada às pessoas que sofrem de insegurança afeitiva, alimentadas por uma sociedade e uma cultura que fazem disso um verdadeiro comércio. Uma pessoa apaixonada não se atreve a dizer toda a verdade, por medo de que a outra se desiluda porque, no fundo, sabe que essa paixão só se alimenta de ilusões e de imagens idealizadas.
Apaixonar-se supõe uma manipulação da verdade e até da outra pessoa, para que se sinta e deje o mesmo que nós, podendo então ser possuída como um objeto, sem o medo de que nos venha a dsiludir. Apaixão nada mais é do que uma enfemidade e uma droga, experimentadas por aquela pessoa que, em virtude de sua própria insegurança, não tem capacidade para amar livre e satisfatoriamente .
As pessoas inseguras não desejama verdadeira felicidade porque temen os riscos representados pela libertade. Por isso, preferem a droga dos desejos. Com os desejos vêm o medo, a ansiedade, as tensões e ... conseqüentemente, a desilusão e o sofrimento contínuos. A pessoa passa da exaltaçao para o desespero.
Quanto tempo dura o prazer de acreditar que conseguimos o que desejávamos ?
O primero trago de prazer é um encanto, mas está irremediavelmente preso ao medo de perder tudo. Assim, quando as dúvidas tomam conta de nós, chega a trsteza. Apropria alegria e exaltação, experimentadas quando o amigochega, são propocionais o esperamos e ele não vem.. Sera que isso vale a pena ?
Onde há medo não existe amor. Esteja certo disso.
Quando despertamos de nosso sono e vemso a realidade como ela é, nossa insegurança acaba e desaparecem os temores, porque a realidade é, e nada pode modificá-la.
Então estamos em condição de dizer ao nosso próximo:

"Como não tenho medo de perdê-lo, pois não é um objeto de propiedade de quem quer que seja, posso amá-lo exatamente como ele é, sem desejos, sem egoismos e sem querer ser dono dele."

E esta forma de amar representa uma felicidade sem limites.
Que fazemos quando escutamos uma sinfonia?
Procuramos ouvir cada uma das notas, nos deleitamos e a deixamos passar, sem tentar garantir a sua permanência, poque é no passar das notas que está a harmonia, sempre renovada e sempre fresca. Pois, no amor, é a menma coisa.
Quando nos agarramos à permanência, destruimos toda a beleza do amor.
Não pode existir casal nem amizade que saje tão seguro quanto aquele que se mantém livre.
O apego mútuo, o controle, as promessas e o desejo levam inexoravelmente aos conflitos e ao sofrimento e daí a muito ou pouco tempo ao rompimento definitivo. Poque os laços que se baseiam nos desejos são frágeis demais. Só é eterno aquilo que se constrói sobre um amor livre.
Os desejos sempre nos tornam vulneráveis.


Anthony de Mello

miércoles, 26 de mayo de 2010

TERAPIAS POR TODAS PARTES Y NI PENSAR EN PENSAR

Los filósofos se han dedicado exclusivamente a observar la naturaleza humana, descripción que bien podría aplicarse a los psicólogos. Cualquier filosofía de la humanidad estaría incompleta sin un punto de vista psicológico. La psicología, a su vez, fracasa cuando está desprovista de un punto de vista filosófico, y ambas disciplinas no han hecho sino empobrecerse como resultado de su bifurcación. Algunas áreas de la filosofía, como la lógica, están situadas claramente al margen de la psicología, lo cual no implica que, por regla general, la filosofía se fundamente en la observación, en los datos, en la percepción, en las impresiones; y todo ello se adentra en el territorio de la psicología. Cuando contemplamos el mundo, no siempre vemos con claridad lo que tenemos delante; los rasgos peculiares fisiológicos y las interpretaciones subjetivas casi siempre intervienen. Esta interpolación (la diferencia entre objeto y experiencia) es pura psicología, y ningún punto de vista filosófico se sostiene sin ella.

La metáfora de la partida de ajedrez (inspirada por mi colega, el consejero filosófico Ran Lahav ilustra las diferencias entre los planteamientos psicológico, psicoanalítico, psiquiátrico y filosófico del asesoramiento.
Imagínese que está en plena partida de ajedrez y que acaba de efectuar un
movimiento.

Una psicoterapeuta le pregunta:

«¿Qué le ha llevado a hacer este movimiento?»
«Bueno, quería comerme la torre», contesta usted, sin saber adonde quiere ir a parar. Mas ella seguirá haciéndole preguntas para hallar la supuesta causa psicológica de dicho movimiento, convencida de que la explicación se oculta tras la frase «Quería comerme la torre», y quizás usted termine por contarle toda la historia de su vida para satisfacer sus suposiciones. Una teoría psicológica que tuvo gran predicamento y que ahora es objeto de críticas feroces habría sugerido que su comportamiento agresivo actual – querer comerse la torre – sería fruto de alguna frustración del pasado.

Un psicoanalista le formula la misma pregunta:

«¿Qué le ha llevado a hacer este movimiento?»

Cuando usted conteste «Bueno, quería comerme la torre», él agregará:
«Muy interesante. Ahora dígame qué es lo que le ha impulsado a decir que eso es lo que le ha obligado a hacer ese movimiento.»
Puede que él vuelva a sonsacarle toda la historia de su vida, o por lo menos los capítulos referentes a los primeros años. Si aun así no se da por satisfecho, tal vez le proponga algunas razones que usted tenía pero de las que no era consciente, remontándose a su más tierna infancia. Una teoría psicoanalítica que sigue vigente a pesar de ser duramente criticada habría sugerido que su comportamiento posesivo – querer comerse la torre – es fruto de una inseguridad reprimida que tendría su origen en el destete.

Una psiquiatra también le pregunta:

«¿Qué le ha hecho hacer este movimiento?»
Y usted vuelve a responder: «Bueno, quería comerme la torre.»
Entonces la psiquiatra consulta la última edición disponible del Diagnostic and Statístical Mamial (DSM, Manual de estadística y diagnóstico) hasta que encuentra el trastorno de la personalidad que se adecúa mejor a los síntomas que usted presenta. ¡Ah!, aquí está:
«Trastorno agresivo-posesivo de la personalidad.»

Una teoría psiquiátrica que sigue vigente aunque cada vez es más censurable habría diagnosticado su comportamiento como el síntoma de una enfermedad cerebral, y usted habría recibido la medicación apropiada para eliminar ese presunto síntoma.

En cambio, un consejero filosófico más bien le preguntaría:

«Qué sentido, propósito o valor tiene este movimiento para usted en este momento?»,
y
«¿Qué relación tiene con su siguiente movimiento?»,
y
«¿Cómo describiría usted su posición general en esta partida y cómo cree que podría mejorarla?».

El filósofo contempla su movimiento no como el mero efecto de una causa anterior, sino como algo significativo en el contexto actual de la propia partida, y también como una posible causa de efectos futuros. El filósofo reconocerá su libre albedrío en los movimientos que efectúe y estimará la causa del movimiento elegido confiriendole toda la importancia que revista, pero no por ello la convertirá en el punto clave de la cuestión que le preocupa.

En mi opinión, es mucho más saludable vivir la vida que cavar constantemente en busca de sus raíces. Si cada día se cavara a la más resistente de las plantas, ésta jamás llegaría a prosperar, por más abono que agregara al agua de riego. La vida no es una enfermedad. Usted no puede cambiar el pasado.
El asesoramiento filosófico parte de estas premisas con el ánimo de ayudar a las personas a desarrollar formas productivas de ver el mundo, y por consiguiente a trazar un plan general de actuación en la vida cotidiana.

Lou Marinoff

sábado, 15 de mayo de 2010

LAS PERSONAS ENTRAN A TU VIDA POR UNA RAZÓN

Uno siempre guarda "fechas especiales" dentro de sí, ya sea el primer día de escuela (o el ultimo), cuando uno tuvo su primera pareja (o su primer beso), su primer día en la universidad (o el ultimo), en fin, uno suele traer a la memoria aquel día en el que sucedió algo agradable (o no tan agradable) que podría cambiar repentinamente el estado en el que se encuentra, en lo personal hay un fecha particular la cual siempre recordare, fue exactamente hace un año (un viernes) que el destino me dio la oportunidad de conocer a una persona muy especial para mí, quien diría a partir de ese encuentro naciera una gran amistad, lo que me recuerda este texto que leí hace tiempo atrás , el cual quiero compartir con ustedes.

Las personas entran en tu vida, por una razón, por una estación
o por una vida entera.
Cuando percibas cual es el motivo, vas a saber qué hacer con cada persona.
Cuando alguien está en tu vida por una razón ...
Es, generalmente, para llenar una necesidad que has demostrado tener.
Ellas vienen a ayudarte con una dificultad, proporcionarte apoyo y orientación, ayuda física, emocional o espiritual.
Podrán parecer un regalo de Dios, y lo son!!!
Están ahí por la razón que tú necesitas que estén.
Entonces, sin ninguna actitud errónea de tu parte o en una hora incierta,
esa persona dirá o hará alguna cosa para que la relación llegue a su fin.
Algunas veces, esas personas mueren,
Algunas veces, simplemente se van,
Algunas veces, actúan y te fuerzan a tomar una posición.
Lo que debemos entender es que nuestras necesidades han sido atendidas,
nuestros deseos cumplidos y el trabajo de ellas hecho.
Tus oraciones han sido atendidas, y ahora, es tiempo de marcharse.
Cuando las personas entran en nuestras vidas por una estación ...
es porque llegó su vez de repartir, crecer y aprender.
Ellas te traen la experiencia de la paz, o te hacen reír.
Ellas te podrán enseñar algo que nunca has hecho.
Ellas, generalmente, dan una cantidad enorme de placer.
Cree!!!
Es real!!!

Pero solamente por una estación.
Relaciones de una vida entera ... enseñan lecciones para la vida.
Cosas que debes construir para tener una formación emocional sólida.
Tu tarea es aceptar la lección, amar a la persona y poner en práctica lo que has aprendido en todas tus otras relaciones y áreas de tu vida.

Se dice que el amor es ciego,
pero la amistad es clarividente.

viernes, 14 de mayo de 2010

LA BUSQUEDA DE LA FELICIDAD

Cuando el hombre explore exhaustivamente el átomo y el inmenso espacio y diga que domina el mundo, cuando conquiste las mas complejas tecnologías y diga que sabe todo, entonces tendrá tiempo para mirar dentro de si mismo. En ese momento descubrirá que cometió un gran error. ¿Cuál?
Comprenderá que dominó el mundo exterior, pero no dominó el mundo interior, los inmensos territorios de su alma. Descubrirá que se convirtió en un gigante de la ciencia, pero que es un frágil niño que no sabe navegar en las aguas de la emoción y que desconoce los secretos que tejen la colcha de retazos de su inteligencia.
Cuando ocurra eso, algo nuevo sucederá. Encontrara por segunda vez su mayor invención: la rueda. ¿La rueda? Si, solo que esta vez será la rueda de la emoción. Una vez encontrada, recorrerá territorios poco explorados y, por fin, encontrará lo que siempre buscó: el amor, el amor por la vida y por el Autor de la vida.
Cuando aprende a amar, el hombre derramará lágrimas no de tristeza, sino de alegría. Llorará, no por las guerras no por las injusticias, sino porque comprenderá que ha buscado la felicidad por todo el universo y no la ha encontrado. Percibirá que Dios la escondió en el que él no ha pensado que podría estar: dentro de sí mismo.
Ese día, su vida se llenará de significado y una revolución silenciosa se producirá en la misma esencia de su espíritu: la soberbia dará lugar al respeto, la discriminación dará lugar a la solidaridad, la insensatez dará lugar a la sabiduría. Pero este tiempo está todavía lejano.
¿Por qué?
Porque ni siquiera descubrimos que la peor miseria humana se encuentra en el terreno de la emoción. El hombre sueña con vivir días felices, pero no sabe conquistar la felicidad. Los poderosos han intentado dominarla. La han cercado con ejércitos, la han acorralado con armas, la han presionado con sus victorias. Pero la felicidad los ha dejado atónitos, pues el poder nunca ha conseguido controlarla.
Los magnates han intentado comprarla. Han construido imperios, han amasado fortunas, han comprado joyas. Pero la felicidad los ha dejado perplejos, pues ella jamás se ha dejado comprar y les ha dicho:
¡El sentido de la vida se halla en un mercado donde no se usa el dinero!.
Por eso hay miserables que moran en palacios y ricos que moran en casuchas.
Los científicos han intentado entender qué es la felicidad. Han investigado, hecho estadísticas, pero ella los ha confundido diciendo:
¡La lógica numérica jamás comprenderá la lógica de la emoción!.
Confundidos, han descubierto que el mundo de la emoción es indescifrable a través de los códigos del mundo de las ideas.
Los intelectuales han buscado la felicidad en los libros de filosofía, pero no la han encontrado
¿Por que?
Porque hay más misterios entre la emoción y la razón de los que jamás ah imaginado la mente de los filósofos. Por eso los pensadores que han amado el mundo de las ideas y han despreciado el mundo de la emoción han perdido la ilusión por la vida.

Augusto Cury