viernes, 22 de enero de 2010

RABIA O RENCOR ?

Él era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo.
Al terminar la clase de fin de año, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos yen forma desafiante le dijo:
- Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase, es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de ver su cara aburrida.

El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.

El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- ¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?.
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la respuesta.
- Por supuesto que no. Contestó de nuevo, en tono despectivo, el muchacho.
- Bueno –prosiguió el profesor- cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo“algo”. En tu caso, es una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir NO aceptar.
- No entiendo a qué se refiere. - dijo el alumno confundido.
- Muy sencillo. - replicó el profesor. - Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo.
Y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad.
- ¡Muchacho! -concluyó el profesor en tono gentil - La vida nos da la LIBERTAD de amargarnos o de ser felices.
“Tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí depende lo que yo cargo en el mío. Cada día, en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner dentro de ti, y lo que elijas, lo tendrás hasta que decidas cambiarlo, porque es tan grande la LIBERTAD que nos da la vida…

…que hasta tenemos la opción de amargarnos o de ser felices”.

sábado, 9 de enero de 2010

LA PAZ PERFECTA

Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.
Muchos artistas lo intentaron...
El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo.
Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban.
Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas.
Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca.
En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio de del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... la paz perfecta.
Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
¿Sabes porqué? “Porque," explicaba el Rey,
"Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."
Anónimo