¿Cuántas veces hemos perdido la paciencia ante la curiosidad de un niño? ¿ Y ante la inocencia reconquistada de un anciano?
Este precioso corto griego realizado por el director Constantin Pilavios y enviado por nuestro lector Muilea nos recuerda que todos hemos sido pequeños, y que todos nos haremos mayores…
Deberíamos ser capaces de reconocernos a nosotros mismos en la mirada de cada niño y en el gesto de cada persona mayor. Una de las mayores lecciones que puede darnos la vida es la de saber vernos en los demás. Si somos capaces de hacerlo, comprobaremos que no somos entes aislados, y que dentro de nosotros tenemos un anciano y un niño que deseará ser entendido y amado en su momento…
Y que es el mismo abuelo, o el mismo pequeño, que vive en el interior de cada persona de nuestro alrededor.
Atención: no basta con ver el vídeo y sentir el nudo en el estómago. Apliquemos la moraleja una vez al día como mínimo. Seguro que tenemos oportunidades: un compañero que necesita que le expliquemos varias veces algo que para nosotros es sencillo, por ejemplo.
Tenemos múltiples opciones al día de ser un poco mejores.
¿Lo intentamos?
Deseo a todos los padres del mundo, que tengan un "Feliz dia del Padre"
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