miércoles, 30 de diciembre de 2009

CERRANDO CIRCULOS

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó?
Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento.
El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando “puertas abiertas”, por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron?
Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos.
Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.
Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo.
Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!
Paulo Coelho

miércoles, 2 de diciembre de 2009

EL MENDIGO MUSICAL

Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota, y en su forma de actuar la mediocridad total. Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín.
Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa.
El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.
Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical. Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.
La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto recelo.
Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo. Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto.
La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría.
El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos:
“¡¡Ese es mi violín!! ¡¡Ese es mi violín!!”.
Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

La vida nos da a todos “un violín”. Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar “ese violín” como nos plazca.
Se nos ha dicho que Dios nos concede libre albedrío, es decir, la facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como una formidable responsabilidad. Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto.
Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie. Esa es la gente que hace su trabajo de la forma: “hay se va…” ,Que piensa en términos de “me vale…”, y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución, cubriendo sus necesidades.
Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos. La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra.
Tú y yo, y cualquier otra persona, tenemos que aprender tarde o temprano, que los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría.
Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.
La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales.
La verdad es que Dios nos concedió “libre albedrío”. Tú puedes hacer algo grande de tu vida, o hacer de ella algo mediocre. Esa es tu decisión personal.
LO NEGATIVO: Negarnos a afinar bien nuestro violín de la vida. Y quejarnos de que la gente no disfrute la melodía que sacamos de él.
LO POSITIVO: Comprender que, nos guste o no, solamente prosperaremos si afinamos bien ese violín, y aprendemos a sacar de él las mejores melodías.

viernes, 20 de noviembre de 2009

EN EL FRENTE DE LA BATALLA

Robert Fisk, quizás el más famoso corresponsal de guerra de nuestros días, me contó una vez que, volviendo en tren del frente Irán-Iraq, uno de los soldados le preguntó: “¿Le ha gustado la guerra? Está genial, ¿verdad?”
Los periodistas que arriesgan la vida para cubrir los conflictos armados de todo el mundo siempre me han intrigado: ¿qué es lo que los lleva a arriesgar hasta tal punto su vida en sus profesiones?
Christina Lamb, del “Sunday Times”, vino a entrevistarme un día. Cuando descubrí que era corresponsal en Afganistán, acabé invirtiendo los papeles: empecé a hacerle yo las preguntas. Llegué incluso a basarme en Christina para crear uno de los principales personajes de “El Zahir”. Pero fue otra corresponsal, también encargada de cubrir Afganistán, la que me habló sobre una conversación que mantuvo con su marido. Una bella mañana de domingo, en Londres, le reveló su decisión:


—Quiero ser corresponsal de guerra.
—¡Pero tú te has vuelto loca! No te hace falta algo así. Tienes el trabajo que quieres y encima ganas bastante, aunque ni siquiera te haga falta para vivir.
—Digamos, entonces, que necesito estar sola.
—¿Es culpa mía?
—No. Te quiero y sé que tú también me quieres.
Entonces, ¿qué historia es esa de ir a una guerra de un rincón perdido del mundo? ¿Acaso no lo tienes todo?
—Sí, tengo todo lo que una mujer puede desear.
Entonces, ¿qué le ves de malo a tu vida?
—Justamente eso. Lo tengo todo, pero soy infeliz. No soy la única: durante estos últimos años he conocido o he entrevistado a varios tipos de personas: ricas, pobres, poderosas, acomodadas. En todos los ojos que se cruzaron con los míos, siempre leí una amargura infinita. Una tristeza que ellos no siempre admitían, pero que estaba allí, independientemente de lo que dijesen.
—¿Crees que nadie es feliz?
—Algunas personas parecen felices: simplemente no piensan en el tema. Otras hacen planes: tener un marido, una casa, dos hijos, una casa de campo. Mientras están ocupadas con todo esto, son como toros embistiendo: no piensan, solo avanzan. Consiguen un auto, a veces incluso un Ferrari. Les parece que en eso consiste el sentido de la vida y nunca se preguntan más allá de eso. Pero, a pesar de todo, los ojos arrastran una tristeza de la que estas personas ni siquiera son conscientes. ¿Tú eres feliz?
—No sé.

—Yo tampoco sé si todo el mundo es infeliz. Lo que sé es que las personas están siempre ocupadas: trabajando más tiempo del que les corresponde, ocupándose de los hijos, del marido, de la carrera, del diploma, de lo que harán al día siguiente, de lo que hay que comprar, de lo que hay que tener para no sentirse inferior, etc. Pocas personas me dijeron: “Soy infeliz”. La mayoría me dice: “Estoy de maravilla. Conseguí todo lo que quería”. Entonces, les pregunto: “¿Qué es lo que te hace feliz?”. Me responden: “Tengo todo lo que cualquiera puede desear: familia, casa, trabajo, salud”. Insisto: “En ese caso, el sentido de la vida es el trabajo, la familia, los hijos que crecerán y acabarán marchándose, la mujer o el marido que con el tiempo se transforman más en amigos que en auténticos enamorados. Y el trabajo terminará un día. ¿Qué harás cuando llegue ese momento?”. Llegados a este punto, no me responden. Se van por las ramas.
-¿Pero qué tiene que ver eso con ir a la guerra?
—Que me parece que en la guerra el ser humano vive al límite, puede morir en cualquier momento. Esto cambia su forma de mirar. Lo cambia todo. Es capaz de los actos más bárbaros y de los más heroicos.

No sé si es una buena explicación, pero es la de mi amiga, que en el momento en el que termino de escribir está columna, se encuentra de nuevo en el frente de la batalla de Afganistán

Paulo Coelho

sábado, 24 de octubre de 2009

LA CULTURA DEL SLOW DOWN

Este Post me lo enviaron por e-mail, me llamo tanto la atencion que deseo compartirlo en este blog.
Los procesos globalizados causan en nosotros (brasileños, argentinos, colombianos, peruanos, venezolanos, mexicanos, australianos, asiáticos, etc.) una ansiedad generalizada en la búsqueda de resultados inmediatos. En consecuencia, nuestro sentido de la urgencia no surte efecto dentro de los plazos lentos de los suecos.
Los suecos debaten, debaten, realizan “n” reuniones, ponderaciones, etc. ¡Y trabajan! con un esquema más bien “slowdown”. Lo mejor es constatar que, al final, esto acaba siempre dando resultados en el tiempo de ellos (los suecos) ya que conjugando la madurez de la necesidad con la tecnología apropiada, es muy poco lo que se pierde por aquí en Suecia.
Voy a contarles una historia corta, sólo para darles una idea:
La primera vez que fui para Suecia, en 1990, uno de mis colegas suecos me recogía del hotel todas las mañanas. Estábamos en el mes de septiembre, algo de frío y nevisca.
Llegábamos temprano a la Volvo y él estacionaba el auto muy lejos de la puerta de entrada (son 2.000 empleados que van en coche a la empresa). El primer día no hice comentario alguno, tampoco el segundo, o el tercero.
En los días siguientes, ya con un poco más de confianza, una mañana le pregunté a mi colega:“¿Tienen ustedes lugar fijo para estacionar aquí?, pues noté que llegamos temprano, con el estacionamiento vacío y dejaste el coche al final de todo…”.
Y él me respondió simplemente:“Es que como llegamos temprano tenemos tiempo para caminar, y quien llega más tarde, ya va a llegar retrasado y es mejor que encuentre lugar más cerca de la puerta. ¿No te parece?”
Imaginen la cara que puse. Y con ella fue suficiente para que yo revisara en profundidad todos mis conceptos anteriores.

En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado “Slow Food”. La Slow Food International Association, cuyo símbolo es un caracol, tiene su central en Italia. Lo que el movimiento Slow Food predica es que las personas deben comer y beber lentamente, dándose tiempo para saborear los alimentos, disfrutando de la preparación, en convivencia con la familia, con los amigos, sin prisa y con calidad.
La idea es contraponerse al espíritu del Fast Food y lo que éste representa como estilo de vida. La sorpresa, por tanto, es que ese movimiento de Slow Food está sirviendo de base para un movimiento más amplio llamado Slow Europe como resaltó la revista Business Week en una de sus últimas ediciones europeas.
La base de todo está en el cuestionamiento de la “prisa” y de la “locura” generada por la globalización, por el deseo de “tener en cantidad” (nivel de vida) en contraposición al de “tener en calidad”, “calidad de vida” o “calidad del ser”.
Según la Business Week, los operarios franceses, aunque trabajen menos horas (35 horas por semana) son más productivos que sus colegas estadounidenses o británicos. Y los alemanes, que en muchas empresas ya implantaron la semana de 28,8 horas de trabajo, vieron su productividad aumentar en un elogiable 20%.
Esa llamada “slow attitude” está llamando la atención hasta de los estadounidenses, discípulos del “fast” (rápido) y del “do it now!” (¡Hágalo ya!). Por tanto, esa “actitud sin prisa” no significa hacer menos ni tener menor productividad.
Significa sí, trabajar y hacer las cosas con “más calidad” y “más productividad”, con mayor perfección, con atención a los detalles y con menos estrés. Significa retomar los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del placer del buen ocio, y de la vida en las pequeñas comunidades.
Del “aquí” presente y concreto, en contraposición contra lo “mundial” indefinido y anónimo. Significa retomar los valores esenciales del ser humano, de los pequeños placeres de lo cotidiano, de la simplicidad de vivir y convivir, y hasta de la religión y de la fe.
SIGNIFICA UN AMBIENTE DE TRABAJO MENOS COERCITIVO, MÁS ALEGRE, MÁS LEVE Y POR LO TANTO, MÁS PRODUCTIVO, DONDE LOS SERES HUMANOS REALIZAN, CON PLACER, LO QUE MEJOR SABEN HACER.
Es saludable pensar detenidamente en todo esto. ¿Acaso no sería útil que las empresas de nuestra comunidad, ciudad, Estado o país, empiecen ya a pensar en desarrollar programas serios de “calidad sin prisa” hasta para aumentar la productividad y calidad de los productos y servicios sin necesariamente perder “calidad del ser”?
Muchos viven corriendo detrás del tiempo, pero sólo lo alcanzan cuando mueren, ya sea de un infarto o un accidente en la autopista por correr para llegar a tiempo. O para otros que están tan ansiosos por vivir el futuro que se olvidan de vivir el presente, que es el único tiempo que realmente existe.
Todos en el mundo tenemos tiempo por igual, pues nadie tiene ni más ni menos de 24 horas por día. La diferencia está en el empleo que cada uno hace de su tiempo. Necesitamos saber aprovechar cada momento, porque, como dijo John Lennon,
“La vida es aquello que sucede mientras planeamos el futuro”.
Felicitaciones por haber conseguido leer este mensaje hasta el final. Hay muchos que lo habrán dejado por la mitad para “no perder tiempo” tan valioso en este mundo globalizado.

viernes, 16 de octubre de 2009

BUSCATE UN TIBURONCITO

Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas.
Así­ que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes para ir mar adentro.
Mientras más lejos iban los pescadores más era el tiempo que les tomaba regresar a entregar el pescado. Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco.
Para resolver el problema, las compañías instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así­ podían pescar y poner los pescados en los congeladores.
Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el fresco, y no les gustaba el congelado, que, por lo tanto, se tenían que vender más barato.
Las compañías instalaron entonces en los barcos tanques para los peces. Podían así­ pescar los peces, meterlos en los tanques y mantenerlos vivos hasta llegar a la costa.
Pero después de un tiempo los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados, aunque vivos.
Los consumidores japoneses también notaron la diferencia del sabor porque cuando los peces dejan de moverse por días, pierden el sabor fresco... y ¿cómo resolvieron el problema las compañías japonesas?
Y ¿cómo consiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco?
Si las compañías japonesas te pidieran asesoría, ¿qué les recomendarías?

(Mientras piensas en la solución.... Lee lo que sigue):
Tan pronto una persona alcanza sus metas, tales como empezar una nueva empresa, pagar sus deudas, encontrar una pareja maravillosa, o lo que sea, empieza a perder la pasión. Ya no necesitará esforzarse tanto. Así­ que solo se relaja.
Experimentan el mismo problema que las personas que ganan la lotería, o el de quienes heredan mucho dinero y nunca maduran, o de quienes se quedan en casa y se hacen adictos a los medicamentos para la depresión o la ansiedad.
Como el problema de los pescadores japoneses, la solución es sencilla.

Lo dijo L. Ron Hubbard a principios de los años 50: “Las personas prosperan mas cuando hay desafíos en su medio ambiente”.
Para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras ponen a los peces dentro de los tanques en los botes, pero ahora ponen también un Tiburón pequeño! Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos.

Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, ¡para mantenerse vivos!
Cuando alcances tus metas proponte otras mayores. Nunca debes crear el éxito para luego acostarte en él.
Así­ que, invita un tiburón a tu tanque, y descubre que tan lejos realmente puedes llegar.


Unos cuantos tiburones te harán conocer tu potencial para seguir vivo y haciendo lo que mejor haces, de la mejor manera posible!! Y si ya los encuentras en el tanque, déjalos que se muerdan entre sí, que no te asusten sus dientes ni sus trampas...tu sigue alerta, pero siempre "fresco".

Siempre habrá tiburones a donde vayas

martes, 29 de septiembre de 2009

¿CÓMO INSTALAR EL PROGRAMA "AMOR" ?

CLIENTE: ¿Estoy llamando al departamento de Atención a Clientes?
SOPORTE TÉCNICO: Así es. Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?
CLIENTE: Estuve revisando mi equipo y encontré un sistema que se llama AMOR; pero no funciona. ¿Me puedes ayudar con eso?
SOPORTE TÉCNICO: Seguro que si pero yo no puedo instalárselo; tendrá; que instalarlo usted mismo, yo lo dirijo por teléfono, ¿le parece?
CLIENTE: Sí, puedo intentarlo. No sé mucho de estas cosas, pero creo que estoy listo para instalarlo ahora. ¿Por dónde empiezo?
SOPORTE TÉCNICO: El primer paso es abrir tu CORAZÓN. ¿Ya lo localizaste?
CLIENTE: Si ya. Pero hay varios programas ejecutándose en este momento. ¿No hay problema para instalar mientras siguen ejecutándose?
SOPORTE TÉCNICO: ¿Cuáles son esos programas?
CLIENTE: Déjame ver… Tengo… DOLORPASADO. EXE, BAJAESTIMA.EXE y RESENTIMIENTO. COM ejecutándose en este momento.
SOPORTE TÉCNICO: No hay problema. AMOR borrará; automáticamente DOLORPASADO. EXE de tu sistema operativo actual. Puede que se quede grabado en tu memoria permanente, pero ya no afectará otros programas. AMOR eventualmente reemplazará BAJAESTIMA.EXE con un módulo propietario del sistema llamado ALTAESTIMA.EXE. Sin embargo, tienes que apagar completamente el programa RESENTIMIENTO. COM.
CLIENTE: No se cómo apagarlos. ¿Me puedes decir cómo?
SOPORTE TÉCNICO: Con gusto. Ve al menú INICIO e invoca PERDON.EXE. Ejecútalo tantas veces como sea necesario hasta que CORAJE.EXE y RESENTIMIENTO. COM hayan sido borrados completamente.
CLIENTE: …..OK… listo. AMOR ha empezado a instalarse automáticamente. ¿Es esto normal?
SOPORTE TÉCNICO: Si. En breve recibirás un mensaje que dice que AMOR estará activo mientras CORAZÓN esté vigente.
CLIENTE: Oh, oh… Ya me apareció un mensaje de error. ¿Qué hago?
SOPORTE TÉCNICO: ¿Qué dice el mensaje de error?
CLIENTE: Dice “ERROR 412 - PROGRAMA NO ACTIVO EN COMPONENTES INTERNOS”. ¿Qué significa eso?
SOPORTE TÉCNICO: Es una de esas cosas técnicas complicadas de la programación, pero en términos no técnicos significa que tienes que ”AMAR” tu propio equipo antes de poder “AMAR” a otros. ¿Puedes localizar el directorio llamado “AUTOACEPTACIÓN”?
CLIENTE: Si, aquí lo tengo.
SOPORTE TÉCNICO: Debes eliminar AUTOCRITICA. EXE de todos los directorios, y después borrar todos los archivos temporales y la papelera de reciclaje, para asegurar que se borre completamente y nunca se active.
CLIENTE: Entendido ¡Hey! Mi CORAZÓN se está llenando con unos archivos muy bonitos. SONRISA.MPG se está desplegando en mi monitor e indica que PAZ.EXE y FELICIDAD.COM se están replicando.
SOPORTE TÉCNICO: Eso indica que AMOR está instalado y ejecutándose. Ya lo puedes manejar de aquí. Una cosa más antes de irme… AMOR es un software sin costo. Asegúrate de dárselo, junto con sus diferentes módulos, a todos los que conozcas y te encuentres.

NUNCA TE LAMENTES POR DAR AMOR.
SI NO TE CORRESPONDEN, NO TE PREOCUPES,
NO CONOCEN O NO SE ANIMAN A AMAR.
ES DECIR, NO SABEN AMAR…

sábado, 19 de septiembre de 2009

¿NECESITAS UN AMANTE ?

Muchas personas tienen un amante, otras quisieran tenerlo. Muchas no lo tienen o lo tenían y lo perdieron.
Y son estas las que se sienten tristes, padecen insomnio, falta de voluntad, pesimismo, dolores varios...
Cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo libre.Se sienten desesperanzadas.
Visitaron brujas, tarotistas, psicólogos, médicos y recibieron un diagnóstico: "Depresión".
Si seguimos escuchando a estas personas es porque no mejoraron.
Cuando las escucho les digo que no necesitan un antidepresivo,
lo que realmente necesitan es:
¡Un amante!
Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben este veredicto. Algunos dicen que es una sugerencia poco científica, otros se escandalizan, otros se despiden y no vuelven nunca más.
A los que deciden quedarse les doy la siguiente definición:
Amante es:
Lo que nos apasiona, lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir.
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno.
Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.
A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja.
También lo encontramos en la investigación, la literatura, la música, la política... en el deporte, en el trabajo cuando es vocación, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby...
Es "alguien" o "algo" que nos pone de "novio con la vida" y nos aparta del triste destino de durar.
Y, ¿qué es durar?
Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío o del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia.
Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizá podamos hacerlo mañana.
Me gustaría hacerte una sugerencia:
Por favor, no te empeñes en durar, buscate un amante.
Lo trágico no es morir, la muerte tiene buena memoria y nunca se olvida de nadie.
Lo trágico es no animarse a vivir, mientras tanto y sin dudar, búscate un amante...
La Psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental:
“Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida”.
Jorge Bucay

miércoles, 16 de septiembre de 2009

CARTA AL AMOR

Estimado(a) Sr(a). Amor.
Ante todo disculpe mi ignorancia en cuanto a su genero, pero es que niego a creer que algo tan bonito sea masculino. En fin, hoy por fin me decidí a escribirle, despues de mucho tiempo queriendolo hacer. Escribo la presente con la finalidad de obtener su gentil explicación en algunas cosas que le conciernen y que sencillamente, pues, me estan volviendo loco a mi tambien.
Se trata de usted, y sus andanzas.

Digame, ¿Por que es tan dificil y a la vez tan facil sentirlo?
Por que la dualidad entre lo rico que es tener amor y lo dolorosamente nefasto que es perderlo?
Digame ¿Porque nos enamoramos tanto?
Bueno no se si es el caso, de otras personas pero yo particularmente me enamoro más de la cuenta. Y es alli donde cuestiono sus labores.
¿Lo está haciendo bien o lo esta haciendo demasiado mal? No lo se. El hecho es que apesar de todo debo agradecerle, por llenar mi vida de amor. Le agradezco por tener a tantas personas lindas cerca de mi corazón, entiendo que es obra de Ud.
Pero a la vez le quiero reprochar algo, y disculpeme si le molesto. Pero, cuenteme ¿porque si nos tenemos que enamorar una sola vez, seguimos enamorandonos despues?

No debería de haber un mecanismo para que cada vez que te enamores, te quedes enamorado todo el tiempo?
No debería funcionar asi? Por que brinca Ud. de lado a lado, confundiendome y contagiandome con más y más amor?
Otra cosa, porque a pesar de que esten tan cerca de mi corazón mis amores están tan lejos? Se que la distancia no es enemiga del amor, pero si lo hace un poco más cuesta arriba. Y porque no pueden dos personas que sea aman estar juntas y ya, con el unico pretexto de lo que sienten? Hace falta algo más? Si Ud. Sr o Sra. Amor, debe combinarse con el dinero, la conveniencia, el que dirán y otras muchas cosas más, no pierde en escencia su pureza?
Otra cosa, como saber cuando llega el amor de tu vida a tu vida, y disculpe mis redundacias. Porque todos se sienten tan bien el principio y poco a poco se esfuman. Es como tratar de mantener agua en tus manos. Existe una señal de la que debamos estar pendientes?
En fin, hay muchas cosas sobre Ud. que nunca entenderé. Pero a la vez, me alegro muchisimo de no entenderlas. Por que se que Ud. es inexplicable, que está fuera de toda lógica y razón, que es como debe ser.

Se imagina que lo entendieramos? Todo sería tan simple y aburrido, que perderíamos interés en Ud. Y como bien sabe, el ser humano, vive y muero por Ud.
Disculpe que lo moleste, con lo largo de mi carta, pero sentí que debía preguntarle estas cosas. Entiendo que cada día que pasa debe estar más y más ocupado (o por lo menos eso espero) y que hasta le incomoden ciertas cosas que le pregunto pero, he buscado la respuesta por tanto tiempo sin exito y pensé en condultarle directamente al culpable de mis dudas.

En espera de su pronta respuesta, y nuevamente agradeciendo su existencia, me despido de Ud.
Cordialmente,

jueves, 10 de septiembre de 2009

AMOR ALTAMENTE TÓXICO (III)

6]BAD BOYS
Si los típicos "chicos malos" te parecen irresistibles, presta mucha atención: podrías terminar viviendo un amor violento (antisocial). Los antisociales son especialmente encantadores y seductores durante la conquista, pero rápidamente muestran su peor cara. Extremadamente impulsivos e irresponsables, estos fanfarrones temerarios son en su mayoría hombres que buscan la destrucción interpersonal. Ellos cosifican a los demás, no importa cuánto amor juren: convierten a las parejas en objetos de uso múltiple y se desprenden de cualquier responsabilidad.

Su egocentrismo no es una búsqueda de halagos como del narcisista sino que en su cabeza solo existe el yo para enfrentar la vida. Al resto lo cuelga de un llavero porque son "prescindibles". Es el típico pata que se pelea porque piropean a su enamorada, pero no para defenderla, sino porque están tocado "su propiedad". Aunque son impulsivos, también son manipuladores y alevosos, de ahí que pueden llegar a la agresión física y después hipócritamente suplicar por perdón. En algunos casos extremos amenazan con matar o matarse si los dejan.
En determinados grupos (de extracción social alta y baja por igual), son los más apetecidos por el sexo opuesto ya que tienen mayores posibilidades de sobrevivir. Si adopta una presentación más elegante, la dureza física se reemplaza por la dureza en los negocios. Llevan una vida al límite, toman lo que quieren sin consideración alguna y nunca aceptan un no como respuesta…
¿Lo peor? Tratarán a toda costa de que te vuelvas su cómplice.

7]EL ERMITAÑO
Si en la relación siempre eres tú quien toma la iniciativa por la dejadez de tu pareja, ¡escucha! Seguro debes estar con un amor indiferente (esquizoide). En su mayoría son hombres los que padecen este vacío afectivo, ermitaños del amor que se desentienden del factor humano y adoptan la eterna soltería. Así tengan años contigo tendrán terror al compromiso y pueden llegar a encontrar en la masturbación y el cibersexo alternativas para evitar los arrumacos postcoito. Si te juntas con uno vas a tener lo más parecido a un zombi: para ellos, estar enamorados es un quiste al cual hay que extirpar de raíz.
Sentirás que debes tomar la iniciativa en todo porque simplemente a estos inexpresivos les dará lo mismo. Se sienten cómodos teniendo a alguien que les preste soporte social, pero guardando su distancia. Muchas de sus víctimas se conforman con merodear los extramuros afectivos tratando de hallar una puerta de entrada que no existe. Es más, cuanto más amor le entregues al esquizoide, más te hundirás en la soledad porque más se alejará de ti.
Para conquistar son respetuosos y algo misteriosos, por eso las víctimas los quieren conocer más en profundidad y descifrarlos. Lo que lo hace de ellos una amenaza pública es justamente que sus defectos surgen solo cuando el virus del amor se dispara: solo estando enamorados pueden sentir a plenitud el rechazo y la frialdad de este ermitaño. Una cruel paradoja.

8]SUPERNOVA
Si todo el día tu pareja te dice que te ama, después que te odia y luego nuevamente que te ama, quizás ya estés en un amor caótico (limítrofe). Esta inestabilidad ocurre con más frecuencia en las mujeres. Ellas se vuelven caprichosas, inseguras, autodestructivas y con tendencia a crear adicciones. Sufren de ataques de ira, de altibajos. Son las típicas chicas que de un momento a otro rompen contigo, pasan unos minutos, te llama para pedir disculpas, y luego te vuelve a llamar para decir lo rata y malagradecido que eres. Todo un caos, ya que es tierna por momentos y después se pone violenta y a veces ¡todo al mismo tiempo!
Es un amor de alto riesgo, impredecible y sorprendente que te hace sentirte incapaz o ignorante. Hoy te querrán con locura y mañana ni voltearán a mirarte; hoy compartirá contigo sus proyectos de vida y mañana ninguno.
Nos enganchamos por un espíritu masoquista y porque las limítrofes pueden ser atractivas cuando su personalidad está estable, ya que despliegan buen humor, inteligencia y liberalidad. Buscan sexo, experiencias fuertes y compañeros que le sigan la corriente.
Estarán ante una mezcla de seducción, extravagancia, emoción desbordada y una sinceridad que sin duda te impactará. Se muestran abnegadas y sacrificadas, pero en realidad quieren proteger una separación: lo cierto es que les tienen pánico a la soledad y al abandono.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

AMOR ALTAMENTE TÓXICO (II)

3]CAMARADA SABOTAJE
Si sientes que tu pareja está saboteando la relación, porque a veces es súper tierno pero al minuto siguiente te ignora por completo, quizás ya te hayas involucrado en un amor subversivo (pasivo-agresivo).

Estas personas se debaten en una ambivalencia interpersonal: necesitan tener una figura de autoridad-protección ya que se sienten débiles, pero al mismo tiempo necesitan sentirse libres de cualquier tipo de control. Es la típica persona que te hace esperar horas sin sentir remordimiento alguno, que tiende a llevar siempre la contra e impone su punto de vista en un tono siempre muy amable.
Si uno quiere alejarse, de inmediato aparece para reconquistarnos. Pero cuando volvemos a mostrar interés, inmediatamente se hacen humo.
Estar en una de estas relaciones es vivir un constante tira y afloja: los pasivo-agresivos son maestros en desanimar a los demás y llevarlos al límite de la desesperación. Con ellos se vive un amor resentido y dependiente a la vez. Son terroristas emocionales: ven el amor como un mal necesario que hay que torpedear, pero no eliminar
.

4]DIOSES
Si ves que tu media naranja se viste con las mejores marcas, pero para tu cumpleaños te regala un polo de Polvos Azules, ¡alerta!, puede ser que te hayas conseguido un amor egoísta (narcisista). Fundamentalmente son hombres, aunque desde que las mujeres han llegado a cargos poderosos su número va en aumento.
Son las parejas que se consideran a sí mismas especiales, únicas y grandiosas… mientras perciben al resto como inferiores.
Si van a una reunión, tratarán de que la conversación se canalice hacía su historia y sus logros, y sea cual sea el tema nunca dirán "no sé" (lo peor para ellos es hacer el ridículo en público), mientras exhiben con desfachatez cualquier cosa que demuestre su "categoría".
Para estas joyitas el fin justifica los medios, siendo ellos mismos el fin, y los medios, los demás; prefieren el aplauso a la caricia y odian a los asertivos, porque dicen honestamente lo que piensan y no se dejan manipular.
Al principio el brillo narcisista te puede deslumbrar pero después de seguro que te enceguece. Corre mientras puedas, porque estos destilados de egocentrismo viven enamorados solo de sí mismos. Cuanto más los ames, más alimentarás su sentimiento de grandiosidad y más se alejará de ti.
¿Crees que te escucha? Si le vuelves a comentar algo, es probable que ni se acuerde de que ya se lo has dicho. Y no por falta de memoria, sino porque la que está hablando eres tú… y no él.

5]SEÑOR ROBOT
Si tu pareja suele decirte que te equivocas demasiado, y te sientes una inútil a su lado, ¡escapa! Has sido engatusada por el amor perfeccionista (obsesivo). En su mayoría son hombres que tienden a controlar, organizar, establecer reglas, ordenar y sistematizar todo a su paso, abrazos y besos incluidos.
Es como tener una relación basada en un manual claramente especificado. No expresan sus emociones y aunque tengan una persona extraordinaria al lado, siempre le encontrarán algún defecto.
El problema de estos hombres llenos de virtudes aparentemente apetecibles es que tienden a caer en la exageración y transforman esas características en antivalores. La sociedad admira a estos entes por su disciplina, su respeto a la autoridad y su ilimitada capacidad de trabajo. Sin embargo, tienen serias dificultades para tomar decisiones y establecer prioridades y por ello no llegan a altos mandos.
Uno de sus principales miedos es que dejen de ejercer el control mental sobre sus emociones. Esa rigidez emocional también se mostrará en el lado sexual: la incomodidad que les provocan las emociones les prohíbe desinhibirse y llegar a un adecuado clímax.

martes, 8 de septiembre de 2009

AMOR ALTAMENTE TÓXICO (I)

¿No te sientes satisfecha con el tipo de relación que llevas?
Quizás sea porque has caído en un amor altamente peligroso. ¡Identifícalo!
Paranoica, pasivo-agresiva, narcisista, obsesiva, histriónica, esquizoide, antisocial y limítrofe
Son ocho los tipos de personalidad patológica que el psicoterapeuta Walter Riso tomó en cuenta para escribir su libro "Amores altamente peligrosos" (Ed. Norma, 2008) y ocho los años que demoró en editar sus experiencias como terapeuta.
"Empecé a ver que había ciertas propuestas afectivas que eran bastante enfermizas y que generaban en la gente mucho sufrimiento. Lo que motivó el libro fue alertar a la población de este problema de salud pública", explica el autor. Y no exagera: él asegura que al menos el 15% de la población se halla inmersa en una relación tóxica, donde los valores básicos para cualquier relación saludable (sencillez, confianza, asertividad, humildad, flexibilidad, respeto, empatía y autoconocimiento) no están presentes.
"Busco crear un espacio de reflexión frente al amor y a las relaciones interpersonales con una actitud más realista".
Basándonos en su libro, así como en sus propias palabras, mostraremos a grandes rasgos como es cada una de estas personalidades, para que de esa forma pueda detectar y prevenirse de estos amores tóxicos.

1]LOS REYES DEL DRAMA
Te dijo "nunca había conocido a alguien como tú" apenas te conoció, cada vez que salen se pone microfalda y se sube a bailar sobre la mesa para todos la miren, te conquistó con acercamientos calentadores, preguntas directas y halagos. ¿Te suena familiar? ¡Ten cuidado!
Lo más probable es que te hayas topado con un amor hostigante (histriónico).
Estos amores se caracterizan por tener una emotividad generalizada y excesiva, tienen una necesidad extrema de ser reconocidos y por eso confunden el amor con la seducción. Hasta hace unos años, había más mujeres que hombres dentro de este grupo, pero las proporciones se han igualado gracias a la reciente tendencia metrosexual.
El problema cuando te mezclas con una de estas personas es que tu vida debe girar en torno a ellas, pues no conciben pasarla bien si no están contigo.
Se enojan si te diviertes más con tus amigos que con él (o ella), y si por casualidad te quedas en silencio por unos segundos te bombardean con preguntas tipo "¿en qué piensas?" o "¿porqué no me cuentas?".
Tienden a frustrarse muy rápido si las cosas no son como ellos quieren, al punto de hacer rabietas, y si te peleas con ellos, la culpa SIEMPRE va a ser tuya.
¿Su meta final? Ser una prolongación de tu ser para penetrar en tu mente y saber cuánto te importa.
Ellos viven una profunda insatisfacción afectiva, y no porque tu amor no les alcance… sino porque ninguno lo hará.

2]AGENTE CIA
Si estás orgullosa de que tu enamorado te cele tanto "porque te adora", mejor presta atención: puede que hayas caído en las redes de un amor desconfiado (paranoico).
Te vigila y controla permanentemente porque piensa que se lo vas a engañar.
Cada cierto tiempo te pide (o simplemente coge) tu celular para examinar detalladamente los mensajes, contactos y llamadas que tienes, se pasa toda la noche chequeando cómo te comportas con el sexo opuesto en busca de un coqueteo traicionero y, ante el mínimo indicio de infidelidad, te pedirá mil explicaciones porque siempre encontrará "vacíos" en tu historia.
Estos amores pueden ser muy amables y cariñosos, pero cuando están con los efectos de la paranoia se vuelven irracionalmente suspicaces y obligan constantemente a demostrar lealtad.
Tienden a interrogarte constantemente sobre tus amores pasados y es tal el acoso que puedes llegar a sentirte culpable por tu "oscuro" pasado. Quieren ser el único hombre de tu vida, sin embargo, ellos no se entregan por completo: eso implicaría un acto de traición consigo mismos.
¿Su estrategia preferida? La emboscada: ellos prefieren el engaño consumado a la incertidumbre cotidiana.

martes, 1 de septiembre de 2009

EL APEGO CORROMPE

Un adolescente que había decidido "desprenderse amando", le envío una carta a su novia contándole la noticia, la cual ella devolvió en una pequeña bolsa de basura vuelta añicos. Cito a continuación un trozo de la misma:
"… Si estás a mi lado, me encanta, lo disfruto, me alegra, me exalta el espíritu; pero si no estás, aunque lo resienta y me hagas falta, puedo seguir adelante. Igual puedo disfrutar de una mañana de sol, mi plato preferido sigue siendo apetecible (aunque como menos), no dejo de estudiar, mi vocación sigue en pie y mis amigos me siguen atrayendo. Es verdad que algo me falta, que hay algo de intranquilidad en mí, que te extraño, pero sigo, sigo y sigo. Me entristece, pero no me deprimo. Puedo continuar haciéndose cargo de mí mismo, pese a tu ausencia. Te amo, sabes que no te miento, pero esto no implica que no sea capaz de sobrevivir sin ti. He aprendido que el desapego es independencia y ésa es mi propuesta… No más actitudes posesivas y dominantes… Sin faltar a nuestros principios, amémonos en libertad y sin miedo a ser lo que somos…"

¿Por qué nos ofendemos si el otro no se angustia con nuestra ausencia?
¿Por qué nos desconcierta tanto que nuestra pareja no sienta celos?
¿Realmente estamos preparados para una relación no dependiente?
¿Alguna vez lo has intentado?
¿Estás dispuesto a correr el riesgo de no dominar, no poseer y aprender a perder?
¿Alguna vez te has propuesto seriamente enfrentar tus miedos y emprender la aventura de amar sin apegos, no como algo teórico sino de hecho?
Si es así, habrás descubierto que no existe ninguna contradicción evidente entre ser dueño o dueña de tu propia vida y amar a la persona que está a tu lado ¿verdad? No hay incompatibilidad entre amar y amarse a uno mismo. Por el contrario, cuando ambas formas de afecto se disocian y desequilibran, aparece la enfermedad mental. Si la unión afectiva es saludable, la conciencia personal se expande y se multiplica en el acto de amar.
Es decir, trasciende sin desaparecer.

jueves, 27 de agosto de 2009

EL APEGO AFECTIVO (Parte III)

La apetencia por sí sola no alcanza para configurar la enfermedad del apego. El gusto por la droga no es lo único que define al adicto, sino su incompetencia para dejarla o tenerla bajo control.
Abdicar, resignarse y desistir son palabras que el apegado desconoce. Querer algo con todas las fuerzas no es malo, convertirlo en imprescindible, sí. La persona apegada nunca está preparada para la pérdida, porque no concibe la vida sin su fuente de seguridad y/o placer.
Lo que define el apego no es tanto el deseo como la incapacidad de renunciar a él.
Si hay un síndrome de abstinencia, hay apego.
De manera más específica, podría decirse que detrás de todo apego hay miedo, y más atrás, algún tipo de incapacidad.
Por ejemplo, si soy incapaz de hacerme cargo de mí mismo, tendré temor a quedarme solo, y me apegaré a las fuentes de seguridad disponibles representadas en distintas personas.
El apego es la muletilla preferida del miedo, un calmante con peligrosas contraindicaciones.
El hecho de que desees a tu pareja, que la degustes de arriba abajo, que no veas la hora de enredarte en sus brazos, que te deleites con su presencia, su sonrisa o su más tierna estupidez, no significa que sufras de apego.
El placer (o si quieres, la suerte) de amar y ser amado es para disfrutarlo, sentirlo y saborearlo. Si tu pareja está disponible, aprovéchala hasta el cansancio; eso no es apego sino intercambio de reforzadores. Pero si el bienestar recibido se vuelve indispensable, la urgencia por verla no te deja en paz y tu mente se desgasta pensando en ella; bienvenido al mundo de los adictos afectivos.
Recuerda:
El deseo mueve al mundo y la dependencia lo frena.
La idea no es reprimir las ganas naturales que surgen del amor,
sino fortalecer la capacidad de soltarse cuando haya que hacerlo.
Un buen sibarita jamás crea adicción.

miércoles, 26 de agosto de 2009

EL APEGO AFECTIVO (Parte II)

Vale la pena aclarar que, cuando hablo de apego afectivo, me estoy refiriendo a la dependencia psicológica de la pareja.
Amor y apego no siempre deben ir de la mano. Los hemos entremezclado hasta tal punto, que ya confundimos el uno con el otro.
Equivocadamente, entendemos el desapego como dureza de corazón, indiferencia o insensibilidad, y eso no es así.
El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son: independencia, no posesividad y no adicción.
La persona no apegada (emancipada) es capaz de controlar sus temores al abandono, no considera que deba destruir la propia identidad en nombre del amor, pero tampoco promociona el egoísmo y la deshonestidad.
Desapegarse no es salir corriendo a buscar un sustituto afectivo, volverse un ser carente de toda ética o instigar la promiscuidad. La palabra libertad nos asusta y por eso la censuramos.
Declararse afectivamente libre es promover afecto sin opresión, es distanciarse en lo perjudicial y hacer contacto en la ternura.
El individuo que decide romper con la adicción a su pareja entiende que desligarse psicológicamente no es fomentar la frialdad afectiva, porque la relación interpersonal nos hace humanos (los sujetos "apegados al desapego" no son libres, sino esquizoides).
No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él.
El desapego no es más que una elección que dice a gritos:
El amor es ausencia de miedo.

EL APEGO AFECTIVO (Parte I)

"Mi existencia no tiene sentido sin ella",
"Vivo por y para él",
"Ella lo es todo para mí",
"El es lo más importante de mi vida",
"No se qué haría sin ella",
"Si él me faltara, me mataría",
"Te idolatro",
"Te necesito".

En fin, la lista de este tipo de expresiones y "declaraciones de amor" es interminable y bastante conocida. En más de una ocasión las hemos recitado, cantado bajo una ventana, escrito o, simplemente, han brotado sin razon alguna de un corazón palpitante y deseoso de comunicar afecto. Pensamos que estas afirmaciones son muestras del más puro e incondicional de los sentimientos. De manera contradictoria, la tradición ha pretendido inculcarnos un paradigma distorsionado y pesimista:
El auténtico amor, irremediablemente, debe estar infectado de adicción.
Un absoluto disparate. No importa cómo se quiera plantear, la obediencia debida, la adherencia y la subordinación que caracterizan al estilo dependiente, no son lo más recomendable.
Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilación psicológica donde el amor propio, el autorespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente. Cuando el apego está presente, entregarse, más que un acto de cariño desinteresado y generoso, es una forma de capitulación, una rendición guiada por el miedo con el fin de preservar lo bueno que ofrece la relación. Bajo el disfraz del amor romántico, la persona apegada comienza a sufrir una despersonalización lenta e implacable hasta convertirse en un anexo de la persona "amada", un simple apéndice. Cuando la dependencia es mutua, el enredo es funesto y tragicómico: Si uno estornuda, el otro se suena la nariz. O, en una descripción igualmente malsana si uno tiene frío, el otro se pone el abrigo.
Es común que este tipo de vínculos las personas, al conocerse, sientan que hay lazos muy fuertes que los unen. En un comienzo la sensación de amor no se compara con ninguna otra experiencia.
Son personas en búsqueda del enamoramiento, de esa sensación que les produce bienestar. Mas que alegría, lo que sienten es euforia y mucho agrado. Lo que no saben es que la sensación tiende a terminar. Después de eso, al igual que con la dependencia al alcohol o las drogas, se produce el bajo. La persona cree que se equivoco y vuelve, entre comillas, a darse permiso para iniciar una nueva búsqueda.

martes, 25 de agosto de 2009

SER ESPECIAL

He aquí un error que la mayoría de las personas cometen en sus relaciones con los demás: tratar de construirse un nido estable en el flujo constantemente móvil de la vida.
Piensa en alguien cuyo amor desees.
¿Quieres ser alguien importante para esa persona y significar algo especial en su vida? ¿Quieres que esa persona te ame y se preocupe por ti de una manera especial?
Si es así, abre tus ojos y comprueba que estás cometiendo la necedad de invitar a otros a reservarte para sí mismos, a limitar tu libertad en su propio provecho, a controlar tu conducta, tu crecimiento y tu desarrollo de forma que éstos se acomoden a sus propios intereses. Es como si la otra persona te dijera:
"Si quieres ser alguien especial para mí, debes aceptar mis condiciones, porque, en el momento en que dejes de responder a mis expectativas, dejarás de ser especial"

¿Quieres ser alguien especial para otra persona?
Entonces has de pagar un precio en forma de pérdida de libertad. Deberás danzar al son de esa otra persona, del mismo modo que exiges que los demás dancen a tu propio son si desean ser para ti algo especial.
Párate por un momento a preguntarte si merece la pena pagar tanto por tan poco. Imagina que a esa persona, cuyo especial amor deseas, le dices:
"Déjame ser yo mismo, tener mis propios pensamientos, satisfacer mis propios gustos, seguir mis propias inclinaciones, comportarme tal como yo decida que quiero hacerlo..."
En el momento en que digas estas palabras, comprenderás que estás pidiendo lo imposible. Pretender ser especial para alguien significa, fundamentalmente, someterse a la obligación de hacerse grato a esa persona y, consiguientemente, perder la propia libertad. Tómate el tiempo que necesites para comprenderlo... Tal vez ahora estés ya en condiciones de decir:
"Prefiero mi libertad antes que tu amor".
Si tuvieras que escoger entre tener compañía en la cárcel o andar libremente por el mundo en soledad, ¿qué escogerías? Dile ahora a esa persona:
"Te dejo que seas tú misma a, tener tus propios pensamientos, satisfacer tus propios gustos. seguir tus propias inclinaciones, comportarte tal como decidas que quieres hacerlo... "
En el momento en que digas esto, observarás una de estas dos cosas: o bien tu corazón se resistirá a pronunciar esas palabras y te revelarás como la persona posesiva y explotadora que eres (con lo que será hora de que examines tu falsa creencia de que no puedes vivir o no puedes ser feliz sin esa otra persona), o bien tu corazón pronunciará dichas palabras sinceramente. y en ese mismo instante se esfumará todo tipo de control, de manipulación de explotación, de posesividad, de envidia...
"Te dejo que seas tu mismo: que tengas tus propios pensamientos. que satisfagas tus propios gustos, que sigas tus propias inclinaciones, que te comportes tal como decidas que quieres hacerlo... "
Y observarás también algo más: que la otra persona deja automáticamente de ser algo especial e importante para ti, pasando a ser importante del mismo modo en que una puesta de sol o una sinfonía son hermosas en sí mismas, del mismo modo en que un árbol es algo especial en sí mismo y no por los frutos o la sombra que pueda ofrecerte. Compruébalo diciendo de nuevo:
"Te dejo que seas tú mismo... "
Al decir estas palabras te has liberado a ti mismo. Ahora ya estás en condiciones de amar. Porque, cuando te aferras a alguien desesperadamente, lo que le ofreces a la otra persona no es amor, sino una cadena con la que ambos, tú y la persona amada, quedáis estrechamente atados. El amor sólo puede existir en libertad. El verdadero amante busca el bien de la persona amada, lo cual requiere especialmente la liberación de ésta con respecto a aquél.
Anthony de Mello

domingo, 23 de agosto de 2009

EL AMOR NO DUERME

Saben hace un par de semanas, mientras conversaba con una amiga ella me comento que estaba enamorada(o por lo menos eso creía), en realidad tenia dudas de esa extraña sensación(que en su momento cada uno de nosotros tuvo la "oportunidad" de verse afectado), la mejor manera de poderla aconsejar, es hacer que ella misma logre identificar(caracterizar) esa sensación, que mejor manera de hacerlo que compartir el siguiente mensaje, que se les va a agradar.

Donde hay amor no hay deseos. Y por eso no existe ningún miedo.
Si amas de verdad a tu amigo, tendrías que poder decirle sinceramente:
"Así, sin los cristales de los deseos, te veo como eres, y no como yo desearía que fueses, y así te quiero ya, sin miedo a que te escapes, a que me faltes, a que no me quieras."
Porque en realidad...
¿Qué deseas? ¿Amar a esa persona tal cual es, o a una imagen que no existe?
En cuanto puedas desprenderte de esos deseos-apegos, podrás amar; a lo otro no se lo debe llamar amor, pues es todo lo contrario de lo que el amor significa.
El enamorarse tampoco es amor, sino desear para ti una imagen que te imaginas de una persona. Todo es un sueño, porque esa persona no existe. Por eso, en cuanto conoces la realidad de esa persona, como no coincide con lo que tú te imaginabas, te desenamoras. La esencia de todo enamoramiento son los deseos. Deseos que generan celos y sufrimiento porque, al no estar asentados en la realidad, viven en la inseguridad, en la desconfianza, en el miedo a que todos los sueños se acaben, se vengan abajo.
El enamoramiento proporciona cierta emoción y exaltación que gusta a las personas con una inseguridad afectiva y que alimentan una sociedad y una cultura que hacen de ello un comercio. Cuando estás enamorado no te atreves a decir toda la verdad por miedo a que el otro se desilusione porque, en el fondo, sabes que el enamoramiento sólo se alimenta de ilusiones e imágenes idealizadas.
El enamoramiento supone una manipulación de la verdad y de la otra persona para que sienta y desee lo mismo que tú y así poder poseerla como un objeto, sin miedo a que te falle. El enamoramiento no es más que una enfermedad y una droga del que, por su inseguridad, no está capacitado para amar libre y gozosamente.
La gente insegura no desea la felicidad de verdad; porque teme el riesgo de la libertad y, por ello, prefiere la droga de los deseos. Con los deseos vienen el miedo, la ansiedad, las tensiones y..., por descontado, la desilusión y el sufrimiento continuos. Vas de la exaltación al desespero.
¿Cuánto dura el placer de creer que has conseguido lo que deseabas?
El primer sorbo de placer es un encanto, pero va prendido irremediablemente al miedo a perderlo, y cuando se apoderan de ti las dudas, llega la tristeza. La misma alegría y exaltación de cuando llega el amigo, es proporcional al miedo y al dolor de cuando se marcha... o cuando lo esperas y no viene...
¿Vale la pena?
Donde hay miedo no hay amor, y podéis estar bien seguros de ello.
Cuando despertamos de nuestro sueño y vemos la realidad tal cual es, nuestra inseguridad termina y desaparecen los miedos, porque la realidad es y nada la cambia. Entonces puedo decirle al otro:
"Como no tengo miedo a perderte, pues no eres un objeto de propiedad de nadie, entonces puedo amarte así como eres, sin deseos, sin apegos ni condiciones, sin egoísmos ni querer poseerte."
Y esta forma de amar es un gozo sin límites.
¿Qué haces cuando escuchas una sinfonía?

Escuchas cada nota, te deleitas en ella y la dejas pasar, sin buscar la permanencia de ninguna de ellas, pues en su discurrir está la armonía, siempre renovada y siempre fresca. Pues, en el amor, es igual. En cuanto te agarras a la permanencia destruyes toda la belleza del amor. No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre. El apego mutuo, el control, las promesas y el deseo, te conducen inexorablemente a los conflictos y al sufrimiento y, de ahí, a corto o largo plazo, a la ruptura. Porque los lazos que se basan en los deseos son muy frágiles. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre.
Los deseos te hacen siempre vulnerable.
Anthony de Mello

sábado, 22 de agosto de 2009

BUSCO UN HOMBRE

Mi búsqueda no es sencilla, he encontrado en mi vida amigos, enemigos, conocidos, científicos, intelectuales, pacifistas y aún continúo mi pesquisa, porque lo que yo deseo es:
¡UN HOMBRE!
UN HOMBRE tan seguro de sí mismo, que no tema mi plena realización como mujer, que jamás me considere su rival en ningún aspecto, sino que seamos eternos compañeros el uno para el otro, amigos del alma.
UN HOMBRE que no tema a la ternura, que se atreva a ser débil cuando necesite detenerse a recobrar fuerzas para la lucha diaria, que no piense que al amarme lo derroto o que al amarlo me aniquila.
UN HOMBRE que me proteja de los demás y de mi misma, que conociendo mis errores los acepte y me ayude a corregirlos.
UN HOMBRE que sepa y quiera reconocer mis valores espirituales y sobre ellos, pueda construir todo un mundo, que nunca me rebaje con su trato.
UN HOMBRE que con cada amanecer me ofrezca una ilusión, que alimente nuestro amor con toda delicadeza, para quien una delicada flor entregada con un beso tenga más valor que una joya enviada por un mensajero.
UN HOMBRE con el que se pueda hablar, que jamás corte el puente de comunicación y ante quién me atreva a decir lo que pienso sin temor de que me juzgue o que se ofenda y sea capaz de decírmelo todo... incluso que no me ama.
UN HOMBRE que tenga siempre los brazos abiertos para que yo me refugie en ellos cuando me sienta amenazada o insegura, que conozca su fortaleza y mi debilidad pero que jamás se aproveche de ello.
UN HOMBRE que tenga abiertos los ojos a la belleza, a quien lo domine el entusiasmo y ame intensamente la vida, para quien “cada día” sea un regalo inapreciable que hay que vivir plenamente aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.
UN HOMBRE que sepa ser más fuerte que los obstáculos, que jamás se amilane ante la derrota y para quien, los contratiempos, sean más estímulos que adversidad. Pero que esté tan seguro de su poder que no se sienta en la necesidad de demostrarlo en cada minuto en empresas absurdas solo para probarlo.
UN HOMBRE que no sea egoísta, que no pida lo que no se ha ganado, pero que siempre haga esfuerzos por tener lo mejor, porque lo ha ganado.
UN HOMBRE que se respete a sí mismo porque así sabrá respetar a los demás, que no recurra jamás a la burla, ni las ofensas que más rebajan a quién las hace que a quien las recibe.
UN HOMBRE que goce dando... y que sepa recibir, que no tenga miedo de amar, ni que se envanezca porque es amado. Que goce cada minuto de amor como si fuera el último, que no viva esperando el mañana... porque tal vez nunca llegue.
Cuando lo encuentre... Lo amaré intensamente.
Anónimo

jueves, 20 de agosto de 2009

BUSCO UNA MUJER

En mi paso por este mundo he conocido toda clase de personas, de todas las condiciones sociales; pero a fin de cuentas sólo se ha tratado de gente, y lo que yo busco es:
¡UNA MUJER!
Pero UNA MUJER que no sea una muñequita de aparador, ni la rosa candorosa e ingenua. Tampoco que sea la hermosura mercenaria, ni la madre sumisa y abnegada o la esclava del hogar.
Busco UNA MUJER que se atreva a ser ella misma con todas sus potencialidades.
UNA MUJER que no tema ser fuerte, segura e independiente, porque con ello no pierde su femineidad, y en cambio, toma el lugar que le corresponde en la evolución de la pareja humana.
UNA MUJER dispuesta a descubrir y a desarrollar todos sus valores y potencial, porque los hombres no maduramos emocionalmente jamás si tenemos compañeras, madres o hermanas que han dado poca importancia al crecimiento como personas. La evolución supone un crecimiento compartido.
UNA MUJER preparada y decidida, que no sólo sepa qué hacer, sinocómo y cuándo hacerlo, porque así será un respaldo para mí, como yo con gusto lo seré para ella.
UNA MUJER que me descargue de todo el peso de un amor no entregado,porque nunca antes alguien lo había recibido por completo.
UNA MUJER que me ayude a verme como soy, no como creo que soy. Que tenga tacto al decirme mis defectos en el momento en que soy más receptivo, para que digiera la crítica constructiva y pueda así, florecer como persona.
UNA MUJER que sea tierna, sin que pierda firmeza; seria sin llegar a ser solemne; deseosa de superarse sin sentirse superior; dulce, sin ser melosa, y con la frescura de una chamaca, sin caer en lo pueril.
UNA MUJER que sea mi compañera en todo: desde tender la cama juntos, hasta adentramos en una aventura intelectual, pasando por la experiencia de trabajar hombro a hombro y recorrer un parque en bicicleta.
UNA MUJER que no se alarme si alguna vez me ve llorar (quiero recuperar esa capacidad de expresión reprimida por el machismo) y que me aliente a "darme permiso" de ser débil y a pedir ayuda a pesar de ser el hombre fuerte.
UNA MUJER que descubra lo que le gusta en la vida, y que se esfuerce por averiguar lo que quiere realmente de la misma, teniendo el valor de pagar el precio de sus más grandes anhelos.
UNA MUJER que no se deje utilizar y que nunca manipule a otro ser humano, incluyendo su pareja, pues no tiene objeto caer en una simbiosis destructiva, cuando existe la alternativa luminosa de un crecimiento recíproco.
UNA MUJER que sepa que el hombre está llamado a ser el más elevado de los seres vivientes; pero que ella, como mujer, fue concebida como la más sublime de las creaciones del Universo.
Cuando la encuentre... La amaré intensamente.
Anónimo