sábado, 3 de julio de 2010

CUANDO NACIO MI TRISTEZA...

Cuando nació mi Tristeza, le prodigué mil cuidados, y la vigilé con amorosa ternura.

Y mi Tristeza, creció como todos los seres vivientes, fuerte y hermosa y llena de maravillosas gracias.

Y mi Tristeza, y yo nos amábamos, y amábamos al mundo que nos rodeaba.


Pues mi Tristeza era de corazón bondadoso, y el mío también era amable cuando estaba lleno de Tristeza.

Y cuando hablabamos, mi Tristeza y yo, nuestros días eran alados y nuestras noches engalanadas de sueños; porque mi Tristeza era elocuente, y mi lengua también era elocuente con la Tristeza.

Y cuando mi Tristeza yo cantabamos juntos, nuestros vecinos sentábanse en la ventana a escucharnos; pues nuestros cantos eran profundos como el mar, y nuestras melodías estaban impregnadas de extraños recuerdos.

Y cuando caminábamos juntos, mi Tristeza y yo, la gente nos miraba con amables ojos, y murmuraba con extremada dulzura. Y también había quien nos envidiaba, pues mi tristeza era noble, y yo me sentía orgulloso de mi Tristeza.

Pero murió mi Tristeza, como todo ser viviente, y me quedé solo, con mis reflexiones.

Y ahora, cuando hablo, mis palabras suenan pesadas a mis oídos.

Y cuando canto, mis vecinos no escuchan mis canciones

Y cuando camino solo por la calle, ya nadie me mira.

Sólo en sueños oigo voces que dicen compadecidas:


"Mirad, allí yace el hombre al que se le murió su Tristeza".



Khalil Gibrán

No hay comentarios:

Publicar un comentario