En la víspera, tras la caída de Brasil ante Holanda, los medios argentinos iniciaron esta especie de 'guerrita' periodística con sendas burlas de la eliminación de la 'canarinha'.
"Hahahahahahahahaha", es lo que titula Globoesporte.com, medio que califica de 'humillante' la caída argentina.
“Los infortunios de las personas que envidiamos nos saben a miel y existen regiones específicas en el cerebro que se encargan de procesar esa miel”
Es lo que ha sido denominado en psicología con el término alemán schadenfreude, que se refiere al placer que sentimos cuando vemos a otras personas sufriendo. Especialmente si son personas que nos ponen las neuronas verdes de la envidia.
Schadenfreude (IPA ˈʃaːdənˌfʁɔʏ̯də (?·i)) es una palabra del alemán que designa el sentimiento de alegría creado por el sufrimiento o la infelicidad del otro.
En esta ocasión, los investigadores también han descubierto un vínculo entre sentir la pena de la envidia y el placer del schadenfreude.
“El cerebro tiene una forma ya básica de funcionar, vemos por ejemplo sistemas básicos de hambre y sed, mientras más hambrientos y sedientos estamos, mayor será el placer que sentiremos al comer y al tomar agua.
explicó el neurólogo Matthew D. Lieberman, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA)
Desear el mal ajeno no es exclusivo de la política o del fútbol, donde parece hasta legítimo. Se practica en el ambiente literario, en los medios de comunicación, en las universidades, en las empresas, hasta en las familias.
Y se manifiesta con distintos sentimientos: la envidia, el odio, el rencor; sirve para tachar o para eliminar, y apela a los peores sentimientos que anidan en el pozo, y en el poso, del ser humano.
Schadenfreude forma parte de la naturaleza, para eliminarla, si se puede, o para atenuarla, que se debe, debemos hacer una gimnasia cotidiana, porque la Schadenfreude es como ese colesterol malo que sólo se manifiesta cuando ya es irremediable y quema en la lengua hasta resultar insoportable también para aquel que sufre la enfermedad.
No conozco una construcción similar en español, acaso los norteamericanos tampoco la tenían y se han quedado con esta expresión que les sirve para designar lo peor del ánimo propio con respecto a la vida, la hacienda o la esperanza de los otros.
Fuente:Internet
solo algo a las palabras se las lleva el viento por eso desconfio hasta de mi misma.
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